11 febrero 2020. Martes de la V semana del T Ordinario – Nuestra Señora de Lourdes – Puntos de oración

Normas y más normas. El pueblo judío estaba repleto de normas de “obligado cumplimiento”, aunque era casi imposible cumplirlo todo. Y eran muy estrictos con su cumplimiento.
Las normas son necesarias en cualquier comunidad, familia o grupo. Pero el hombre no está creado para cumplir las normas por encima de toda circunstancia, a toda costa. Jesús viene a darles sentido, a darles plenitud.
Unas normas que ahogan al hombre en vez de ayudarlo no tienen sentido. Claro que hay que lavarse las manos antes de comer. Sobre todo, en los tiempos del “coronavirus”. Y lavar los platos y los cubiertos. Claro que hay que ayudar a la Iglesia, los donativos son necesarios. Pero no se puede poner por encima de las obligaciones de los hijos con los padres, por ejemplo. Si se pierde de vista el significado profundo de la norma, o si la cumplimos con una finalidad espuria, entonces estamos faltando a la misma norma. No se puede jugar con las personas. Tenemos que hacer lo que tenemos que hacer, porque tenemos que hacerlo. No para que nos vean, no para que piensen que somos buenos, ni para aparentar. Hay que hacer las cosas, como se solía decir antes, “por el amor de Dios”, Y, entonces, todo irá bien.
Vamos a plantearnos hoy el por qué cumplimos con algunas de las cosas que hacemos normalmente: ¿por quedar bien? ¿porque me enriquece? ¿por amor a Dios o a mis hermanos?
Hoy, día de la Virgen de Lourdes, ofrezcamos nuestra oración por las personas que sufren y por sus cuidadores. Por el bien de sus almas y por las nuestras. Para que no caigamos en la enfermedad de la rutina y del cumplimiento de la norma sin sentido pleno en amor de Dios regalado.

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