23 febrero 2020. Domingo VII del Tiempo Ordinario (Ciclo A) – Puntos de oración


Hoy es el día de Señor, domingo. Se está más sereno para vivir y comunicar paz. El Evangelio de hoy nos puede alentar a dar un paso más. A intimar con mayor intensidad a dialogar con el Señor.
-Habéis que se dijo: “Amarás a tu prójimo y aborrecerás a tu enemigo”. – Pero yo os digo: “amad a vuestros enemigos y rezad por los que os persiguen, para que seáis hijos de vuestro Padre celestial, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y manda la lluvia a justos e injustos…”
Ante este mandato en imperativo, “amad a vuestros enemigos” se revuelve nuestra naturaleza humana y con ella los sentimientos y deseos impulsados por el odio. ¿Cómo podemos transformar nuestro corazón?
Nos puede ayudar esta cita del P. Marko I Rupnik S J, para este rato de oración: “Pero el hombre no logra amar a los enemigos, rezar por quien los persigue. Esto es sólo de Dios. Sólo de Dios porque Dios no tiene enemigos…San Pablo lo precisa muy bien en la carta a los Rom 5,10: “Cuando éramos enemigos, fuimos reconciliados con Dios por medio de la muerte de su Hijo” …
Cristo se está describiendo realmente a sí mismo, porque Él es este Hijo entregado a los enemigos, a los pecadores, la oveja muda, el Cordero que absorberá el mal, pero no reaccionará contra el mal porque Él está con el Padre.
La filiación lo absorbe tanto que nunca llegará, ni por un instante, sujeto de la naturaleza humana que querría una venganza, que quería una defensa. Él renuncia a sus derechos… Sólo quien estando en Cristo vive una identificación en el amor puede seguirlo en el rechazo de la lógica del mal…”
Que Santa María nos regale la gracia de identificarnos con Él, y como Ella; así llegaremos a perdonar a nuestros enemigos… que quizás no haya tantos.

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