4 febrero 2020. Martes de la IV semana del Tiempo Ordinario – Puntos de oración


Nos disponemos por medio de una breve oración preparatoria o introducción. Dar gracias por este nuevo día y pidiéndole perdón por todas las faltas que tengamos el día de hoy.
Las lecturas de hoy nos muestran que El Señor ha venido a darnos vida y alivio. En la primera lectura nos muestra como todo ser humano tiene que pasar por el sufrimiento como es el caso del Rey David ante la muerte de su propio hijo; como también pasa cuando un familiar o persona cercana fallece o sufre cualquier desgracia.
En el evangelio el Señor nos quiere dar a entender que el sufrimiento tiene un sentido redentor en la vida. Gracias a este sufrimiento entra el Señor en la vida de esta niña resucitada por Jesús y su familia. Lo mismo en el caso de la mujer que padecía flujos de sangre desde hacía doce años. Todo sufrimiento tiene un sentido redentor si le pedimos al Señor que nos acompañe y nos de fuerza para seguirle. El fortalece nuestro espíritu y sana nuestras heridas. Y muchas veces nos vuelve a dar otra oportunidad para ser hombres y mujeres nuevos. Pero para esto hace falta reconocer que tenemos una herida fruto del pecado original, ser humildes; reconocer que solo tocándolo a Él podemos ser santos.
Un coloquio con María Nuestra Madre.
¡Madrecita mía en la fe! ¡Tus ojos para verle! ¡tus oídos para escucharle! ¡tu corazón para amarle y seguirle siempre!
Amen.

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