Nuestra oración de hoy es una invitación a renovar nuestra fe: “tu fe te
ha curado”; “no temas, basta que tengas fe”. La fe que se nos pide es acogida
del don de Dios, vínculo personal con Jesucristo. Como en el pasaje de la
tempestad calmada también se nos exhorta a vencer el miedo con la fe.
Una autoridad entre los judíos, venciendo prejuicios, se acerca a Jesús
para suplicarle; una mujer desesperada quiere tocar el vestido de Jesús con la
confianza de que con solo eso se curará. Sus expectativas son colmadas y
superadas.
Nosotros nos acercamos a Jesús con nuestra fe cristiana, nos toca en los sacramentos. Necesitamos escuchar su palabra: “¡levántate!”. Reconocer que nuestra vida es “en Cristo” y así afrontar cada momento, con amor cristiano; ¡ven Espíritu Santo! Haznos creer en la presencia de Jesucristo, aumenta nuestra fe.