Las lecturas de hoy nos invitan a
ser ricos ante Dios, pues solo él puede ser referencia de nuestra vida. San
Pablo nos dice que hemos sido creados por Cristo para realizar las buenas obras
que Dios ha dispuesto que practiquemos.
“El Señor es bueno, su
misericordia es eterna, su fidelidad por todas las edades”, rezamos con el
salmo 99, y san Pablo nos dice que Dios es rico en misericordia.
Dado que de él recibimos el ser y él nos sustenta, no nos cansemos de realizar
el discernimiento necesario para buscar y hallar su voluntad en todas las
cosas; así realizaremos nuestra vida en amor y libertad.
San Pablo ve ya realizado nuestro
futuro, pues en Cristo ya es realidad: vivamos la fe para acogernos al don que
Dios nos ofrece en Jesucristo para configurar nuestra vida.
Guardemos, como María, la Palabra de Dios en el corazón y realicémosla en la vida.