21 octubre 2022, viernes de la 29ª semana de Tiempo Ordinario. Puntos de oración

1.     “Sed siempre humildes y amables, sed comprensivos... Un solo cuerpo y un solo Espíritu, Un Señor, una fe, un bautismo” (Ef 4, 1)

Pablo vuelve a la carga: unidad, unidad, unidad. Que el testamento del Señor se haga realidad: “Que todos sean uno para que el mundo crea”. La división, Babel, es del diablo; el cuerpo, la unión, el dar pasos en común, la sinodalidad, es del Espíritu. ¿Cómo lo vivo en el día a día?

2.     Esta es la generación que busca tu rostro, Señor. El hombre de manos inocentes y puro corazón (Sal 23)

¿En qué anda nuestra generación? ¿Busca algo a tientas y sin ningún ánimo o, incluso, se cansó de buscar? El salmo lo tiene muy claro: para buscar el rostro del Señor necesitamos manos limpias, inocentes, y corazón puro, generoso.

3.     Por ello, mientras vas con tu adversario al magistrado, haz lo posible en el camino por llegar a un acuerdo con él. (Lc 12, 54)

Jesús parece echar la bronca a sus discípulos advirtiéndoles que saben mucho de lo secundario, accesorio, y muy poquito de lo esencial, de lo fundamental. ¿Seguiremos viendo como normal las guerras, los enfrentamientos, las desigualdades, las injusticias… los pecados? ¿Por qué no, aquí y ahora, comenzamos a marcar la diferencia? El corazón de la paz es la paz del corazón. Y para conseguirla, y vivir en humildad y amabilidad, pureza y generosidad, necesitamos su mismo corazón. Corazón de Jesús en Ti confío porque creo en tu amor para conmigo. Si te ayuda, tararea y canta: ¡Dame un nuevo corazón, Señor!

Y para hacerlo fácil: ¡Mira a la Estrella, invoca a María en su mes del Rosario, mes misionero! 

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