Me quedo con una de las frases de Jesús para la oración de hoy: “Si
permanecéis en mí y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que deseáis,
y se realizará.” O sea, que, si no se realiza algo, lo más seguro es que no
permanezcamos en la vid que es Cristo. A veces me pongo a darle vueltas a por
qué no sale tal misión apostólica o no se arregla tal problema, y suelo echar
la culpa a las circunstancias, a mis pobres capacidades apostólicas, a la mala
organización… Incluso a veces al propio Dios, al que parece le gusta liárnosla
parda con “sus” cosas. Pero veo que, según dice Jesús, quizá el único problema
es que no estoy unido a él… Porque si fuera así, lo que yo pida, se realizará.
¡Pobre Jesús, que no puede realizar lo que le gustaría a través nuestro porque
no estamos unidos a él!
Desde este mismo rato de oración de hoy, me propongo dejarme hacer por el dueño de la vid para que me pode o haga lo que quiera y. además, pedirle todo el rato que me una a sí, que sea yo un sarmiento dócil, que me enseñe a rezar, que me enamore mucho de él… Si es que está muy clarito: “sin mí no podéis hacer nada”.
¡Virgen María, fiel sarmiento de tu hijo, mantennos en el camino!