«Yo soy el camino y la verdad, y la vida».
En este mundo que cambia tanto y tan rápido es muy fácil sentirse
perdido, con dudas o con miedos. Frente a esto, Jesús nos recuerda
en el evangelio que Él quiere estar donde estemos nosotros. Camino, verdad y
vida: cuánta seguridad transmiten estas palabras para vivir nuestro día a día.
Os invito a leer despacio el evangelio y caer en la cuenta de la profundidad
del mensaje. Jesús nos recuerda que Él es el sentido de nuestra vida de aquí,
que nos llevará a la Vida del cielo. Ante esto, solo se puede agradecer la
suerte de conocerlo y pedirle la gracia de seguirle.
Lo mejor de todo es que este mensaje no acaba aquí. En la primera lectura san Pablo nos recuerda que el Evangelio es universal. Tenemos que llevar este mensaje de verdad y vida a todos, como él hace. En este tiempo de pascua no se nos puede olvidar intentar transmitir cada día la alegría de la resurrección a los que nos rodean. Para terminar, simplemente pídele a María que te ayude en esta labor.
