23 septiembre 2011, viernes de la XXV Semana Tiempo Ordinario – Puntos de oración

Ayer, si recordáis, era Herodes quien quería saber quién era Jesús…
Hoy es el mismo Jesús quien pregunta a los suyos sobre su persona…
Es una pregunta doble, hacia fuera y hacia dentro:
“¿Quién dice la gente que soy yo?
Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?
¿Quién se atreverá a responder..? Por el Evangelio nos consta que fue Pedro, pues tomando la palabra dijo…

Pero vayamos por partes y no nos perdamos algunos detalles importantes, antes de escuchar la respuesta definitiva y total: “El Mesías de Dios.”

TRES CONSIDERACIONES SOBRE LA PERSONA DE JESÚS
1º Jesús ora.
2º Jesús es hombre.
3º Jesús es el Mesías de Dios.

Iº JESÚS ORA.

18. “Una vez que Jesús estaba orando solo…”
1. Me ayuda pensar que Jesús sentía una profunda necesidad de orar.
a. Se encontraba en camino hacia Jerusalén…
b. Allí le esperaba la cruz y la muerte…
c. Y los días subsiguientes traerían notables sufrimientos…

2. También los discípulos necesitaban la fuerza de la oración del Maestro…
a. Ellos también encararían la cruz…
b. Necesitarían una gracia especial de discernimiento…
c. Sin oración imposible acertar…

3. Y nosotros teníamos que aprender tres grandes lecciones para nuestra vida:
a. Ante decisiones importantes debemos orar.
i. “Pedid y se os dará, buscad y encontraréis, llamad y se os abrirá” (Mt.7,7).
b. Debemos orar también por los otros, para que tengan la gracia del discernimiento a la hora de tomar decisiones.
i. “Siempre en oración y súplica, orad en toda ocasión en el Espíritu, velando juntos con constancia, y suplicando por todos los santos.” (Ef.6,18).
c. La oración es la fuente de la fuerza que necesitamos para afrontar todo sufrimiento.
i. “Del mismo modo, el Espíritu acude en ayuda de nuestra debilidad, pues nosotros no sabemos pedir como conviene; pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos infefables.” (Rom. 8,26).
IIº JESÚS ES HOMBRE

18. Una vez que Jesús estaba orando solo, en presencia de sus discípulos, les preguntó:
-«¿Quién dice la gente que soy yo?»
19. Ellos contestaron: -«Unos que Juan el Bautista, otros que Elías, otros dicen que ha vuelto a la vida uno de los antiguos profetas.»
1. La escena bien puede mostrarnos que Jesús se encuentra orando, un tanto apartado del grupo de sus discípulos, que de apronto deja de orar, se incorpora y camina hacia donde está el agrupo, y de inmediato les pregunta… ¿Quién dice la gente que soy yo? ¿Por qué hizo Jesús esta pregunta?

a. El concepto que los discípulos tenían del Mesías, como la mayoría de los hombres de su tiempo, tenía que ser corregido.
i. Algunos pensaban que Jesús era como Juan Bautista, es decir, el precursor, el antecesor del Mesías…
ii. Algunos creían que Jesús era Elías. Es decir el mayor de los profetas y maestros de todos los tiempos.
iii. Y algunos creían que Jesús era uno de los profetas antiguos, que había vuelto a vida…

b. Estas falsas concepciones de Jesús también se dan en todas las generaciones.
i. El concepto de que Jesús solamente era un hombre justo, martirizado por causa de su fe, es actual…
ii. Que fuera una de los grandes maestros y profetas que se dan en casi todos los tiempos…, también…
iii. O alguien que nos reveló algunas cosas importantes a cerca de la Religión o de Dios mismo ¿por qué no…?

c. Es ahora cuando el Señor les hace la pregunta que determina la salvación del hombre.., la pregunta más significativa que se nos haya podido hacer…
IIIº JESÚS ES EL MESÍAS DE DIOS

20. Él les preguntó: -«Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?»
Pedro tomó la palabra y dijo: -«El Mesías de Dios.»
21. Él les prohibió terminantemente decírselo a nadie.
22. Y añadió: -«El Hijo del hombre tiene que padecer mucho, ser desechado por los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, ser ejecutado y resucitar al tercer día. »
1. “y vosotros, ¿quién decís que soy yo?” El “vosotros” es enfático.
a. La pregunta era muy personal, incluso podía ofender a algunos… Pero Jesús quería que fuese personal, para que la respuesta estuviera a la misma altura…

b. La respuesta fue inmediata y enérgica: “El Mesías de Dios”
i. Pedro fue el vocero de todos…
ii. Era una declaración poderosa…
c. La respuesta fue de profundo significado, puesto que Jesús era “el Cristo” es decir, “el Mesías”, el Ungido de Dios.

2. La pregunta se nos repite, hoy y siempre, también a nosotros, y tenemos que estar preparados para la respuesta.
a. ¿Quién es Jesús para ti…?
b. ¿Sabes quien es Jesús…?
c. ¿De verdad que lo sabes…?

3. Pues si lo sabemos debemos estar preparados para ir en contra de la opinión pública, y expresar abiertamente la convicción que es contraria a las masas. En el mejor sentido de la palabra, el creyente debe estar dispuesto a levantarse osadamente a favor de la verdad que es Cristo.
a. Juan Pablo II nos exhortaba a mantener siempre viva esta fe:
i. “Hemos, pues, de confesar a Cristo ante la historia y ante el mundo con convicción profunda, sentida, vivida, como lo confesó Pedro: “Tu eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo”.
ii. Esta es la Buena Noticia, en un cierto sentido, única: La Iglesia vive por ella y para ella, así como saca de ella todo lo que tiene que ofrecer a los hombres, sin distinción alguna de nación, cultura, raza, tiempo, edad, o condición…
iii. Este es el único Evangelio y “aunque nosotros o un ángel del cielo os anunciase otro evangelio distinto, ¡sea anatema”, como escribía con palabras bien claras S. Pablo en su carta a los Gálatas 1,6.” (Discurso del Papa en la apertura de la Conferencia del Episcopado Latinoamericano en Puebla 1979).

b. Tenemos que dar infinitas gracias al Señor, porque él también nos ha hecho partícipes de la revelación del Padre a Simón.
 

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