10 octubre 2012. Miércoles de la XXVII semana de Tiempo Ordinario – Puntos de oración

“Señor, enséñanos a orar”

Nos dice el evangelio de hoy que Jesús estaba orando y, al terminar, uno de sus discípulos le hizo esa petición que ha llegado hasta nosotros y que ya es en sí toda una oración, para muchos días del año y especialmente para hoy:

“Señor, enséñanos a orar”

Sí, porque no sabemos.

No sabemos orar, no sabemos pedir, no sabemos lo que nos conviene.

Por eso, al empezar esta mañana nuestra oración, reconociendo con humildad nuestras limitaciones y nuestra incapacidad, debemos pedir luz al Espíritu Santo, invocar a María nuestra Madre y sobre todo repetir muchas veces, despacio, saboreando la petición, poniendo en ella el alma: “Señor, enséñanos a orar”.

Si nos acordamos de la letra podemos tararear esa canción que muchos recordaréis:

Señor enséñanos a orar, a hablar con nuestro padre Dios. Señor enséñanos a orar, a abrir las manos ante tí.
Orar con limpio corazón, que solo cante para tí.
Con la mirada puesta en ti, dejando que hables, Señor.
Orar buscando la verdad, cerrar los ojos para ver.
Dejarnos seducir, Señor, andar por tus huellas de paz.
Orar hablándote de ti, de tu silencio y de tu voz,
de tu presencia que es calor, dejarnos descubrir por ti.
Orar también en sequedad, las manos en tu hombro,
Señor, mirarte con sinceridad: Aquí nos tienes, háblanos.

Pero el plato fuerte de la oración hoy ha de ser precisamente orar con las mismas palabras que el Señor nos dijo: repetir despacio el padrenuestro, una y muchas veces. Dejar que penetre en nuestros corazones, que nos salga por los poros de la piel.

Padre
Santificado sea tu nombre
Venga tu reino
Danos cada día nuestro pan del mañana
Perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todo el que
nos debe algo
Y no nos dejes caer en la tentación.

Amén

Archivo del blog