24 octubre 2012. Miércoles de la XXIX semana de Tiempo Ordinario – Puntos de oración

Jesús nos enseña una vez más que cuidemos nuestros pensamientos y deseos, sin descuidar la apariencia y las costumbres, pero sin darles más valor de lo que se merecen; dejémonos de nuevo iluminar por las enseñanzas que Jesús nos brinda en el Evangelio, tengamos nuestros sentidos bien atentos y estemos preparados, porque en cualquier momento Él nos puede tocar el corazón.

Tenemos que cuidar siempre nuestra intención, discerniendo sobre lo que debemos decir o hacer y examinándonos después sobre cómo hemos actuado; es muy importante el no dejar el rato de balance del final de cada día, procurando también tener otro momento a mediodía. No se puede ver el ser practicante simplemente como un conjunto de normas y tradiciones con las que de vez en cuando quedaré bien con determinadas personas; en nuestra vida interior, en la oración cara a cara con el Creador tenemos que encontrar nuestro gozo, y esta oración continuada nos ayudará a tener la verdadera vida cristiana y dar ejemplo con ella transmitiendo el Amor. Intentemos huir de la rimbombancia de creernos muchos, o espléndidos, o incluso justos, y acerquémonos al prójimo con un trato afable, cercano y con disposición de escucha y compañía.

El cuidar la vida interior ayudará a mejorar la exterior; si a alguien le aprecio y no se lo demuestro, esta persona no se enteraría del aprecio que le tengo; o si he tenido experiencia de Dios y no la transmito se empobrece al quedármela para mí sólo. Señor, sana mi corazón, origen de donde sale todo el bien que has hecho por mí, y fuente corrompida de todo el mal que he hecho en mi vida.

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