Creo
que todos recordamos, que existen dos tipos de obras de misericordia(C.I.C.
2447), unas las que llamamos corporales y otras a las que llamamos
espirituales. Dentro de las espirituales la última o la primera de todas
siempre ha sido: "rogar a Dios por los vivos y difuntos".
Hoy
es el día especialmente recomendado para que recordar a los difuntos.
Dios
ha querido que nadie sepa la suerte o el destino de los difuntos, aunque
podemos tener ciertos indicios de su destino eterno, por su vida y por su
muerte... Pero siempre nos queda la duda de que si se salvaron.., quizás se
encuentren en ese proceso de purificación al que llamamos purgatorio.
"La
Iglesia llama purgatorio a esta purificación final de los elegidos que es
completamente distinta del castigo de los condenados. La Iglesia ha formulado
la doctrina de fe relativa al purgatorio sobre todo en los Concilios de
Florencia y de Trento. La tradición de la iglesia, haciendo referencia a
ciertos textos de la Escritura habla de un fuego purificador." (C.I.C.
1031).
Creo
que las almas del purgatorio son dignas de nuestra compasión. Para
convencernos de ello, basta considerar: 1. Lo que son. 2. Lo que sufren. 3. Y
su impotencia para procurarse por sí mismas socorro alguno.
1.
Lo que son: Preguntémonos ¿en favor de quién solicita hoy la Iglesia nuestra
conmiseración, tratando de despertar nuestra fe y nuestros recuerdos? En favor
de unas almas santas a quienes está asegurada la posesión de la gloria eterna.
Muchas de estas almas tienen con nosotros relaciones de naturaleza y gracia,
que no nos permiten permanecer insensibles a sus sufrimientos... Recuérdalas...
2.
Lo que sufren: Nada menos que la privación de la vista y el gozo de
Dios, el suplicio del fuego, y la pena de daño y de sentido temporal, para que
entendamos la diferencia que existe con los condenados en el infierno, en que
la pena es eterna... Notemos que la privación de un bien es tanto más dolorosa
cuanto más excelente es ese bien en sí mismo, o mejor se conoce su naturaleza y
los derechos incontestables que se tienen a su posesión. Y ¿cuál es el bien de
que se ven privadas las almas del Purgatorio? Es el mismo Dios, centro y
plenitud de todo bien, a quien tienen derecho a poseer en virtud de los méritos
de Jesucristo. Al sufrimiento de esta privación, se añade el suplicio del
fuego, del cual dice S. Tomás de Aquino: "Me preguntáis ¿qué es este
fuego? Yo respondo que es el mismo que el del infierno. Aquí devora la paja;
allí purifica el oro." S. Gregorio cree que este fuego es más intolerable
que todas las tribulaciones de esta vida.
3.
Su impotencia: Es la que hace de las almas del purgatorio más dignas
de nuestra compasión, pues no tienen otra esperanza que nosotros. No te olvides
que a las almas del purgatorio todo les viene a faltar, si les falta nuestra
caridad. ¿Miraremos con indiferencia a tan nobles, y santas víctimas? Nuestra
insensibilidad sería tanto más cruel, cuanto más fácil nos es el socorrerlas...
Recuerda:
Se
concede indulgencia plenaria, aplicable sólo a las almas del purgatorio, a los
fieles cristianos que, el día en que se celebra la Conmemoración de todos los
Fieles Difuntos, visiten piadosamente una iglesia u oratorio.
Dicha
indulgencia podrá ganarse o en el día antes indicado o, con el consentimiento
del Ordinario, el domingo anterior o posterior, o en la solemnidad de Todos los
Santos.
En
esta piadosa visita, se debe rezar un Padrenuestro y Credo. (DEL
"ENCHIRIDION INDULGENTIARUM" DE S.S. PAULO VI).
Según
el decreto de la Penitenciaría Apostólica del Vaticano, publicado el 14 de
septiembre de 2012, durante todo el Año de la fe , convocado desde el 11
de octubre de 2012 hasta todo el 24 de noviembre de 2013, se podrá
obtener la Indulgencia plenaria de la pena temporal por los propios pecados
impartida por la misericordia de Dios, aplicable en sufragio de las almas de
los fieles difuntos, todos los fieles verdaderamente arrepentidos, que se hayan
confesado debidamente, que hayan comulgado sacramentalmente y que oren según
las intenciones del Sumo Pontífice.
Y si dispones de un poco de tiempo:
Te
invito a visitar el Museo de las almas del Purgatorio. Creo que puede ser una
buena motivación para nuestra vida: