Estamos en el mes de mayo. Te animo a que hagas la oración de la mano de la Virgen María.
Recita las cinco letras de MARÍA.
Madre. Cuántas veces la imploramos y le pedimos su ayuda como a nuestra madre de la tierra.
Admirable. A ella acudimos los desterrados.
Reina. Es nuestra reina. Y nos ayuda en la construcción del reino.
Inmaculada. Concebida sin pecado original. La Inmaculada. Recordemos ese 8 de diciembre que tanto significa para cruzados y militantes.
Auxiliadora- Ella nos auxilia de caer muchas veces en la tentación y nos libra del mal.
Te brindo esa frase del P. Morales sobre el Rosario, para que el tiempo que queda te ayude a rezarlo sin prisa:
“Qué es y qué no es el Rosario. No es rutina, no es costumbre, no es prisa. El Rosario es toda la Iglesia reunida con María, contemplando a Jesús. El Rosario no es una devoción a la Virgen, sino una devoción a Cristo que centra perfectamente la vida del bautizado. Toda la Iglesia, y tú, parte viva, contemplando los misterios de Jesús con los ojos, y sobre todo, con el corazón de la Virgen” (P. Tomás Morales S.J)
Las lecturas nos hablan del Espíritu Santo y de la alegría.
El salmo nos dice: “Te daré gracias ante los pueblos, Señor.” Así iba yo ayer, paseando por el campo rezando el rosario y dando gracias por tanto bien recibido y recordando a las personas que tanto han amado y servido en la Iglesia, en la sociedad.
El evangelio: El mandamiento del amor. “Amaos los unos a los otros como yo os he amado. No sois vosotros los que me habéis elegido, soy yo quien os elegido.”
Hazte algunas preguntas en el tiempo de oración.
¿Cómo sentí el amor de Cristo? ¿Cómo amo a mi prójimo? Pedir en ese rato a Jesús que me preste su corazón. Así también preparas la fiesta de María Auxiliadora.
Recuerda la frese de D. Bosco: “Tened verdadera devoción a María Auxiliadora y veréis lo que son milagros.”