1. “Os recuerdo la Buena Noticia”
La Carta I de San Pablo a los Corintios 15,1-8 nos recuerda lo esencial, la
Buena Noticia, la Única la que él ha “predicado, que vosotros habéis recibido y
a la cual permanecéis fieles”. Cristo ha muerto y ha resucitado por mí. Con
otras palabras: me quiso, me quiere y me querrá tanto que MUERE POR MÍ para
RESUCITAR EN MÍ, para que sea feliz, para que deje mi vida “anfibia” (doble vida)
y sea coherente, como Él.
2. “Los cielos cuentan la gloria del Señor” (Salmo 19)
La naturaleza es el pregón silencioso de Dios. Los salmos nos ayudan a
alabarle. Basta con mirar, con contemplar para bendecir, para dar gracias.
3. “El que cree en Mí hará también las obras
que yo hago, y aún mayores” (Jn
14,6-14)
Cristo es mucho más que una búsqueda, una hipótesis, es la certeza, la
tesis, la posesión, el encuentro, el camino, la verdad, la vida. Por eso, si
nos fiamos de Él hasta podemos superarle.
Hoy es la fiesta de dos apóstoles de la primera hora, un llamado a vivir
nuestra vocación de discípulos y misioneros.
Hoy 3 de mayo –en plena Pascua- es la exaltación de la cruz, un llamamiento
a negarnos a nosotros mismos para seguir a Cristo. El Viacrucis –con Cristo-
nos lleva a la gloria, al Vialucis.
Y también es primer sábado de mes y mes de mayo. Una invitación a ofrecerle
FLORES (lo más auténtico, lo más sincero, alegre, sorprendente, amoroso) a
nuestra Madre. Sí, María, de nuevo, aquí nos tienes, ¡vamos todos, con flores a
porfía!