Orar en Semana Santa es acompañar al Señor en su Pascua: Pasión, muerte y resurrección. Mañana en la tarde será la Cena del Señor inicio del Triduo Pascual. Hoy el evangelio nos pone ante la traición de Judas: ¿cómo orar ante este misterio de iniquidad? Jesús no se ha privado ni de este sufrimiento del que hablan también los salmos: “pero eres tú, mi compañero, mi amigo y confidente, a quien me unía una dulce intimidad, el primero en traicionarme”. Pero Jesús va a la consumación de su misión sin nada que le eche atrás. Pidamos en este día ese valor en el cumplimiento de nuestra vocación cristiana.
Mi Señor me ha dado una lengua de iniciado, para saber decir al abatido una palabra de aliento. Cada mañana me espabila el oído, para que escuche
Este cántico del Siervo nos desvela el corazón del que obra por amor y servicio a Dios, al Padre misericordioso. Él es el inspira la vida de Jesús y la nuestra. Que sepamos dar una palabra de aliento al que sufre. Jesucristo ha asumido todo sufrimiento.
El Señor me ayuda, por eso no sentía los ultrajes
Alabaré el nombre de Dios con cantos, proclamaré su grandeza con acción de gracias. Miradlo, los humildes, y alegraos, buscad al Señor, y revivirá vuestro corazón
Si Dios está sosteniendo, todo es distinto; aunque se pueda experimentar una soledad extrema como Jesús. Buscad al Señor y revivirá vuestro corazón.
Mi momento está cerca; deseo celebrar la Pascua en tu casa con mis discípulos
Se da como una providencia en la vida de Jesús; aunque los acontecimientos se desencadenan Jesús puede celebrar la Pascua con sus discípulos. Hoy al hacer nuestra oración hagámonos presentes a esa celebración, acojamos el testamento de Jesús y mañana de forma especial sintamos que hacemos la Eucaristía en memoria suya. Pero somos peregrinos y debemos pedir la gracia de la perseverancia en la fe para no traicionar al Maestro y alcanzar la conversión de los que le traicionan.