15/3/2015. Domingo de la cuarta semana de Cuaresma (Ciclo B) – Puntos de oración

Multiplicaron sus infidelidades
Al iniciar la oración nos ponemos en presencia de Dios y pedimos luz al Espíritu Santo para conocer los misterios de Dios.
La historia del pueblo de Israel que narra el libro de las Crónicas es la historia del rechazo del Dios verdadero por otros ‘dioses’, la búsqueda de la felicidad pero según las costumbres abominables de los gentiles, la búsqueda de la felicidad donde no se puede encontrar porque no está.
Es la historia de la compasión de Dios con su pueblo, avisándole por medio de sus mensajeros y la historia del pueblo que desprecia sus palabras y se mofa de sus profetas, hasta que acaba esclavo de una nación pagana.
¿Cómo está hoy el “Occidente cristiano”? ¿No aprenderemos de la historia de los que nos precedieron? ¿Necesitaremos un nuevo tiempo de catacumbas para que la Iglesia renazca? ¿No nos mueve a darnos en actitud de servicio ver tanta miseria humana y espiritual? ¿No queremos ser mensajeros sencillos de la Palabra de Dios?
Por pura gracia estáis salvados
El apóstol Pablo nos coloca en nuestro sitio.
Dios, rico en misericordia, por el gran amor con que nos ama, estando nosotros muertos por los pecados, nos ha hecho vivir con Cristo y por pura gracia estamos salvados. Y para que no nos lo creamos como algo conseguido por nuestro esfuerzo, remarca la idea de “salvados por su gracia” y mediante la fe. Y no se debe a vosotros, sino que es un don de Dios; y tampoco se debe a las obras, para que nadie pueda presumir. Pues somos obra suya. Nos ha creado en Cristo Jesús.
Y nos pone una tarea: “para que nos dediquemos a las buenas obras”, que él nos asignó para que las practicásemos.
Para que todo el que cree en él tenga vida eterna
Dios ama tanto al mundo que entrega a su Hijo único para que no perezca ninguno de los que creen en él, sino que tengan vida eterna. Y la forma de entregar a su Hijo único es que tiene que ser elevado - el Hijo del hombre - sobre la cruz.
La cruz misterio de la humildad y debilidad de todo un Dios a través del cual todo hombre que busca la verdad ve la luz.

Santa María ayúdanos en esta cuaresma a convertirnos de corazón al Señor, a que nuestras obras estén hechas según Dios, para que todo el que cree en él tenga vida eterna.

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