Empezamos nuestra oración invocando al Espíritu Santo: “Ven Espíritu Divino e infunde en nuestros corazones el fuego de tu amor”.
Al igual que Dios hizo Alianza con Abraham, dándole una descendencia innumerable por haber sido fiel a sus palabras, el Señor quiere hacerla contigo cada día: “quien guarda mi palabra no sabrá lo que es morir para siempre”. El Señor te regala su palabra cada día en la Eucaristía y en la lectura del Evangelio. El problema es que a veces no tomamos conciencia de la importancia que tiene que Dios te hable por medio de ella, ya que simplemente la oímos o la leemos sin prestar atención e interiorizar lo que nos quiere decir al corazón. Dios tiene para nosotros, en cada momento, un mensaje que darnos que se actualiza cada día para nuestra situación personal.
¡Lee la palabra de Dios!, ¡interiorízala! Dios te habla cada día al corazón. Sólo así descubrirás lo que Dios tiene preparado para ti y podrás tener ese trato de amigo con Él que tanto deseas; esa alianza que quiere forjar contigo para siempre. Cuida tu oración personal en esta última semana antes del Triduo Pascual.