14 abril 2016. Jueves de la tercera semana de Pascua – Puntos de oración

Libro de los Hechos de los Apóstoles 8,26-40.
El Espíritu Santo dijo a Felipe: "Acércate y camina junto a su carro". Felipe se acercó y, al oír que leía al profeta Isaías, le preguntó: "¿Comprendes lo que estás leyendo?".
El respondió: "¿Cómo lo puedo entender, si nadie me lo explica?". Entonces Felipe tomó la palabra y, comenzando por este texto de la Escritura, le anunció la Buena Noticia de Jesús. 
Qué alegría saber que el Señor está con nosotros, que no se ha ido, que vive en nosotros y que el libro de los “Hechos” se sigue haciendo en nuestra vida. Después de los Hechos del siglo I, la historia de Cristo se hace vida en su Iglesia. Con qué acierto el P. Iraburu ha escrito los “Hechos de los Apóstoles en América” y nosotros lo podemos gozar en la Revista Estar. Claro que muchos se asustan de tener que escribir o leer, pero lo cierto es que todos somos “Felipe” y el Espíritu nos anima “acércate y camina junto a su carro” (coche, casa, web…) para anunciar el kerigma “la Buena Noticia de Jesús” sobre todo con nuestra coherencia de vida, pero también con la palabra, la sonrisa, el correo…
Todavía tenemos reciente el 25 de marzo –Hágase-Estar- en el mismo día, “el Verbo se hizo carne y murió”. Todo un llamamiento a encarnar en nuestra vida la palabra interior, la voz del Espíritu, la contemplación que se torna grano de trigo, cruz, para hacerse vida por obra y gracia del Espíritu Santo.
Salmo 66 (65), 8-9.16-17.20 Bendecid, pueblos, a nuestro Dios, haced resonar sus alabanzas
Sí, elevemos muy altas las campanas de nuestra alabanza… ¡Levantemos el corazón! Porque lo único que el mundo necesita es que Dios siga siendo Dios. Que lo pregonen los pueblos y yo el primero que para eso he sido creado como reza el Principio y Fundamento… ¡Laudato Si, oh mi Sigore!
Evangelio según San Juan 6,44-51.
Yo soy el pan vivo bajado del cielo. El que coma de este pan vivirá eternamente, y el pan que yo daré es mi carne para la Vida del mundo".
San Juan Pablo II cuando visitó Villa el Salvador en 1985 escuchó el clamor de un joven matrimonio portavoz de miles de obreros en el inmenso arenal…y sólo pudo balbucir dos frases: ¡Hambre de pan nunca más, hambre de Dios siempre y cada vez más! Amar a Dios y amar al hombre, todo el hombre y todos los hombres. En Cristo Eucaristía, pan partido, rostro divino del hombre y rostro humano de Dios, está la Vida… Cuidemos el trato especial con Él en nuestras oraciones, eucaristías, oraciones y visitas extras, jaculatorias…y en detalles de especial misericordia con quien y con lo que nos cae un poco mal. Decía el Beato Manuel González que eucaristizar se es volver se loco de amor por la Eucaristía y que nuestra vida debería tener sólo un camino, de la casa al Sagrario y del Sagrario a la casa…y en el camino el amor del Amor de los Amores.

¡Que nuestra Reina del Amor Hermoso nos lo consiga!

Archivo del blog