Libro de los Hechos de los Apóstoles
8,26-40.
El Espíritu Santo dijo a Felipe:
"Acércate y camina junto a su carro". Felipe se acercó y, al oír que
leía al profeta Isaías, le preguntó: "¿Comprendes lo que estás
leyendo?".
El respondió: "¿Cómo lo puedo
entender, si nadie me lo explica?". Entonces Felipe tomó la palabra y,
comenzando por este texto de la Escritura, le anunció la Buena Noticia de
Jesús.
Qué alegría saber que el Señor está con
nosotros, que no se ha ido, que vive en nosotros y que el libro de los “Hechos”
se sigue haciendo en nuestra vida. Después de los Hechos del siglo I, la
historia de Cristo se hace vida en su Iglesia. Con qué acierto el P. Iraburu ha
escrito los “Hechos de los Apóstoles en América” y nosotros lo podemos gozar en
la Revista Estar. Claro que muchos se asustan de tener que escribir o leer,
pero lo cierto es que todos somos “Felipe” y el Espíritu nos anima “acércate y
camina junto a su carro” (coche, casa, web…) para anunciar el kerigma “la Buena
Noticia de Jesús” sobre todo con nuestra coherencia de vida, pero también con
la palabra, la sonrisa, el correo…
Todavía tenemos reciente el 25 de marzo
–Hágase-Estar- en el mismo día, “el Verbo se hizo carne y murió”. Todo un
llamamiento a encarnar en nuestra vida la palabra interior, la voz del
Espíritu, la contemplación que se torna grano de trigo, cruz, para hacerse vida
por obra y gracia del Espíritu Santo.
Salmo 66 (65), 8-9.16-17.20 Bendecid, pueblos, a nuestro Dios, haced resonar sus alabanzas
Sí, elevemos muy altas las campanas de
nuestra alabanza… ¡Levantemos el corazón! Porque lo único que el mundo necesita
es que Dios siga siendo Dios. Que lo pregonen los pueblos y yo el primero que
para eso he sido creado como reza el Principio y Fundamento… ¡Laudato
Si, oh mi Sigore!
Evangelio según San Juan 6,44-51.
Yo soy el pan vivo bajado del cielo. El
que coma de este pan vivirá eternamente, y el pan que yo daré es mi carne para
la Vida del mundo".
San Juan Pablo II cuando visitó Villa el
Salvador en 1985 escuchó el clamor de un joven matrimonio portavoz de miles de
obreros en el inmenso arenal…y sólo pudo balbucir dos frases: ¡Hambre de pan
nunca más, hambre de Dios siempre y cada vez más! Amar a Dios y amar al hombre,
todo el hombre y todos los hombres. En Cristo Eucaristía, pan partido, rostro
divino del hombre y rostro humano de Dios, está la Vida… Cuidemos el trato
especial con Él en nuestras oraciones, eucaristías, oraciones y visitas extras,
jaculatorias…y en detalles de especial misericordia con quien y con lo que nos
cae un poco mal. Decía el Beato Manuel González que eucaristizar se es volver
se loco de amor por la Eucaristía y que nuestra vida debería tener sólo un
camino, de la casa al Sagrario y del Sagrario a la casa…y en el camino el amor
del Amor de los Amores.
¡Que nuestra Reina del Amor Hermoso nos
lo consiga!