2 septiembre 2017. Sábado de la XXI semana del Tiempo Ordinario – Puntos de oración

Empecemos nuestra oración, en este sábado, día dedicado a María, poniéndonos en la presencia del Señor y pidiéndola a ella que nos ayude en nuestra oración, que nos meta en su corazón.
Las lecturas de hoy, como siempre, tienen mucho jugo. En la primera san Pablo da a sus discípulos tesalonicenses dos recomendaciones para promover el amor mutuo: Trabajar para ganarse el pan, y no depender excesivamente de otros. Así permaneceremos tranquilos, esperando la venida del Señor, sin ningún temor. 
Acerca del amor fraterno no hace falta que os escriba, porque Dios mismo os ha enseñado a amaros los unos a los otros. Como ya lo hacéis con todos los hermanos de Macedonia. Hermanos, os exhortamos a seguir progresando: esforzaos por mantener la calma, ocupándoos de vuestros propios asuntos y trabajando con vuestras propias manos, como os lo tenemos mandado.”
Cultivar el amor fraterno no siendo una carga para los demás, sino un alivio, un consuelo, una esperanza, ayudando en todo lo que podemos y a todos los que podamos.
Así podremos escuchar las palabras del Señor en el Evangelio:
"Muy bien. Eres un empleado fiel y cumplidor; como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo importante; pasa al banquete de tu señor." 
Jesús nos habla en esta parábola, tan conocida, de lo que hacemos por el reino de Dios con los dones y talentos que hemos recibido.
¿Hacemos con ellos, por decirlo así, una inversión de nosotros mismos?, ¿tomamos riesgos, nos involucramos? ¿O buscamos una decepcionante seguridad personal en nuestras pequeñas prácticas religiosas o en nuestros “asuntos”?

Que santa María nos enseñe a poner nuestros dones, como ella, al servicio de los demás. Pidámoselo con corazón generoso.

Archivo del blog