7 septiembre 2017. Jueves de la XXII semana del Tiempo Ordinario – Puntos de oración

El evangelio de este día, es uno de esos evangelios que a uno le conquistan el corazón, y esto por diversas razones, permitidme que os apunte tres...
Primera razón: "La gente se agolpaba en torno a Jesús para oír la palabra de Dios..." ¡Qué tendría Jesús para atraer a las multitudes...! ¿Sería su figura, sería el tono de su voz, o más bien los contenidos de lo que les decía...? Lo cierto es que en Jesucristo se resume todo esto y mucho más..., y esto por la sencilla razón de que siendo hombre, también era Dios... A lo largo de la historia ha habido hombres que han atraído multitudes en diversas áreas y campos humanos,  pero solo Jesucristo a perseverado en el tiempo con esta atracción... Es ahora, después de muerto y de resucitado, que sigue congregando más multitudes, que cuando vivía en carne mortal, y lo hace cada domingo al calor del evangelio en la Santa Misa... ¡Déjate conquistar por Jesús y escucha su palabra con veneración y respeto…!
Segunda razón por la que este evangelio me conquista el corazón: Terminando Jesucristo su predicación, se dispone a convertir el alma de Pedro..., y lo hará de la forma más sencilla y humana que uno se puede imaginar, saliendo a pescar con él... Pedro le interpela y haciendo un acto de fe le dice: "Maestro, hemos estado bregando toda la noche y no hemos recogido nada…, pero, por tu palabra, echaré las redes". ¡Y se produce el milagro...! ¡Pero no sé si el milagro mayor ha sido la pesca, o la conversión de Pedro...!, pues este, cayendo de rodillas, le dice a Jesús: «Señor, apártate de mí, que soy un hombre pecador». A lo que el Maestro responde: «No temas; desde ahora serás pescador de hombres». ¡No me digáis que la escena no os conmueve y os suscita una santa envidia…!

Y así llegamos a la tercera razón por la que este evangelio me conquista el corazón: Dice el texto que: "Ellos sacaron las barcas a tierra y, dejándolo todo, lo siguieron..." ¡Predicación…, conversión..., y seguimiento…! Aquí tenéis las tres palabras, las tres razones, que pueden también conquistar vuestros corazones... Quedo pidiendo por ello y que así sea...

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