Para comenzar oración nos ponemos en
la presencia del señor y pedimos luz al Espíritu Santo para que nos ilumine en
este rato y sepamos escuchar lo que Dios nos quiere decir hoy.
Hoy se nos propone en la primera
lectura el episodio de la muerte del rey David y como le deja el reinado a su
hijo Salomón. Podemos leer las últimas palabras de un padre a su hijo que para
despedirse simplemente le recuerda que confíe en Dios y no se aparte de su
camino. Se me ocurren dos conclusiones que se pueden sacar para hacer oración
hoy. La primera cuantos consejos y cuantos mensajes recibimos a diario de
personas que nos quieren y que poco caso les hacemos muchas veces o lo rápido
que olvidamos sus palabras. Y segunda muy ligada a esta, cuanto tenemos que
agradecer a nuestros padres, a nuestros mayores que nos han regalado su fe, que
nos han transmitido lo más grande que tenemos y que día a día con esos consejos
y deseos intentar cuidarnos. Pues simplemente os invito a dar gracias por estas
personas que nos han dado tanto y a pedir al Señor que nos conceda la gracia de
seguir aprovechando día a día todo lo que se nos da.
Luego en el evangelio san Marcos
narra como Jesús enviaba a sus discípulos a predicar de dos en dos por los
pueblos. Jesús llama a sus discípulos, Jesús nos llama a nosotros, te llama a
ti. Jesús también necesita hoy que salgamos y contemos lo que vivimos lo que se
nos ha transmitido. No hace falta nada ni dinero, ni alforja, ni pan. Solo
sandalias para salir y caminar hasta donde está la gente que necesita
escucharnos. Muchas veces pensamos, yo el primero, que hay que tener ideas
ingeniosas para hacer apostolado o que hay que irse muy lejos para evangelizar,
menos mal que Jesús nos recuerda que no nos tenemos que complicar. Simplemente
tenemos que salir y hablar con aquellos que necesitan escucharnos, de todo lo
demás ya se encarga Él. Os animo a escuchar esta llamada, a imaginarnos nuestro
nombre pronunciado por Jesús que nos anima a salir a contar la Buena Noticia.
Por último, podemos acabar la oración pues con un coloquio con la Virgen
que siempre está deseando escucharnos. Le podemos pedir que nos ayude a acudir
a llamada de Jesús y a ser conscientes y agradecidos por el gran regalo de
haber conocido a Jesús.