Empezamos por la segunda
lectura: Si Dios está a nuestro favor, ¿quién podrá estar contra
nosotros? Vamos a meditar por el método de tres potencias este texto y
en el que sigue. Imagínate a Dios Creador, el Padre Todopoderoso, sentado en un
tono precioso y mirándote con amor, tú, de pie mirándole entre amante y
asombrado.
Si fueses un israelita del antiguo testamento seguramente pensarías algo
así como: despreciables enemigos paganos. ¿Qué hacéis ahí, frente a mí?
Enseguida moriréis. Mil a mi derecha y diez mil a mi izquierda. Tendré dinero,
amor, …
Ahora soy yo, cristiano, que intenta vivir como tal, que sé que TÚ eres mi padre,
aunque lo practico poco. ¿Qué pienso? ¿Quién es ese que no podrá estar contra
nosotros? Puedo aplicarlo a personas, circunstancias, “desgracias”.
Yo conozco a alguien que sí que me
puede hacer daño. Creo que la única persona soy yo mismo, puedo ir teniendo
negligencias que poco a poco me aparten del camino y de TU amor.
Pero, si TÚ estás a mi favor, difícil
va a ser que ni siquiera este enemigo que llevo dentro pueda ganarme. Me
salvaré y estaré contigo y con toda tu familia.
Ahora eres un medio cristiano medio
pagano, de los que tanto abundan en mi
entorno. No leen el Evangelio ni la Biblia y por eso no se enteran de lo que
dice Dios, pero de todas formas se lo dice. ¿Qué le está diciendo Dios? ¡Qué
piensa Dios de él? ¿Y si fuese un corrupto, un pecador de cualquier tipo? ¿Si
fuese una prostituta de “vocación”? Aquí aparece un poco más los que ellos
eligen el mal. Son sus únicos enemigos.
Ahora eres un budista o un musulmán. Tampoco lees la biblia y no te enteras de lo que te dice
Dios o Alá, pero ¿se lo dice también?
Si Dios se lo dice a todos y está
favor de cada uno, seguramente se salvan. ¿Entonces para qué sirve ser
cristiano?
Esto es la parte de entendimiento, de
reflexión. Ahora falta el tomar decisiones, el amar, el sentimiento y decirle
algo al Padreo o al Hijo o al Espíritu Santo o a nuestra intercesora, la Virgen
o…
Si sigues leyendo las razones que da
San Pablo de por qué se sabe que te quiere hasta el infinito, te derrites como
la nieve al sol.
La transfiguración es otra demostración. Jesús, de quien proceden estas
ideas, demuestra que es Dios, para que se reafirme mi fe. ¡Gracias!