15 febrero 2018. Jueves después de Ceniza – Puntos de oración


Comenzamos nuestra Cuaresma hoy, con ánimo de profunda oración e intensa purificación de nuestra vida para llegar a imitar a Cristo cuando dijo “he deseado ardientemente comer esta Pascua con vosotros” (Lc 22, 15).
Serenemos el corazón y meditemos las lecturas de hoy, que son de una gran riqueza. Hoy voy a dejar que San Rafael Arnáiz nos ilumine sobre este Evangelio:
“¡Cómo expresar lo que mi alma sintió, cuando de boca de tan santo Prelado, escuchó lo que ya es mi locura, lo que me hace ser absolutamente feliz en mi destierro… el amor a la Cruz! ¡Oh! ¡La Cruz de Cristo! ¿Qué más se puede decir? Yo no sé rezar… No sé lo que es ser bueno… No tengo espíritu religioso, pues estoy lleno de mundo… Sólo sé una cosa, una cosa que llena mi alma de alegría a pesar de verme tan pobre en virtudes y tan rico en miserias… Sólo sé que tengo un tesoro que por nada ni por nadie cambiaría…, mí cruz…, la Cruz de Jesús. Esa Cruz que es mi único descanso…, ¡cómo explicarlo! Quien esto no haya sentido…, ni remotamente podrá sospechar lo que es.
Ojalá los hombres todos amaran la Cruz de Cristo… ¡Oh! ¡Si el mundo supiera lo que es abrazarse de lleno, de veras, sin reservas, con locura de amor a la Cruz de Cristo…! Cuánto tiempo perdido en pláticas, devociones y ejercicios que son santos y buenos…, pero no son la Cruz de Jesús, no son lo mejor…
Pobre hombre que para nada vales ni para nada sirves, qué loca pretensión la tuya. Pobre oblato que arrastras tu vida siguiendo como puedes las austeridades de la Regla, conténtate con guardar en silencio tus ardores; ama con locura lo que el mundo desprecia porque no conoce; adora en silencio esa Cruz que es tu tesoro sin que nadie se entere. Medita en silencio a sus pies, las grandezas de Dios, las maravillas de María, las miserias del hombre del que nada debes esperar… Sigue tu vida siempre en silencio, amando, adorando y uniéndote a la Cruz…, ¿qué más quieres?
Saborea la Cruz…, como dijo esta mañana el señor Obispo de Tuy. Saborear la Cruz…” (Escritos espirituales; 03-04-1938)
Y, para completar, os dejo una canción de la Hermana Glenda que repite precisamente el Evangelio de hoy:
Por último, un apunte sobre la primera lectura: escucha la solemnidad de las palabras de Moisés al pueblo “hoy pongo delante de ti la vida y el bien, la muerte y el mal”. Y escúchalas como una llamada fuerte del Señor para vivir la Cuaresma con renovado ímpetu, que sea un aldabonazo. “Elige la vida, para que viváis (…) amando al Señor”.

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