El significado de nuestras formas
cristianas es el estar en la presencia de Jesús. No hacemos las cosas porque
nos vean, sino por amor. Los discípulos de Juan no entendían, veían sólo lo
exterior; nos hace falta mucha vida interior para ver claro; nos dice el Papa
Francisco en su mensaje para la Cuaresma: “El hecho de dedicar más tiempo a la
oración hace que nuestro corazón descubra las mentiras secretas con las cuales
nos engañamos a nosotros mismos”. Intentemos descubrirlas en este rato de
oración; el sosiego en Él nos conseguirá quitar el polvo que las encubre.
Primer viernes de Cuaresma, día de especial amor, para
vivirlo con sencillez y entusiasmo; contemplamos a Santa María, ¿cómo lo viviría
ella este año en nuestra sociedad?
Hoy recordamos a san Onésimo, entre otros santos; él llegó al
camino de Jesucristo después de perderse por largos laberintos; pero, en la
esquina menos esperada, Dios le había preparado una salida, en la figura de San
Lucas. Hoy le pedimos que nos aliente en esas partes de nuestra vida que siguen
en laberinto, para que la poca luz que veamos nos lleve al camino de la
Salvación.