“El que siembra la
buena semilla es Jesús” (Mt 13, 37)
Meditar en las
parábolas del Reino es tarea constante para los discípulos de Jesucristo. El
Reino de Jesús está presente, dentro de nosotros y viene de forma ineludible.
Vivimos un tiempo intermedio desde la primera venida del Señor y su segunda
venida y definitiva; es tiempo de tensión evangelizadora. Jesús realiza su
misión de forma inagotable y lo hace en nosotros y por nosotros.
La misión que
realizamos “a la medida del don de Cristo” viene acompañada de la acción
constante del Señor; no podemos buscar resultados a nuestros esfuerzos, solo el
Señor ve el resultado de nuestras acciones coadyuvadas por la suya.
Lucas centra esta
parábola en la Palabra: “la semilla es la Palabra de Dios”. Isaías
55, 11 nos dice que la palabra es como la lluvia que viene del cielo y no
vuelve hasta cumplir su misión. La Palabra es para todos en cualquier situación
o disposición que nos encontremos. El joven rico recibió la Palabra, pero en
ese momento no fructificó, tal vez después y así en otros muchos. Otros muchos
fueron tierra buena y dieron fruto, unos mas y otros menos. Jesús no se cansa de
sembrar y envía a sus discípulos constantemente a esparcir su semilla de
salvación. Jesús es espíritu que da vida y nos quiere a imagen
de Él.
Hoy en nuestra oración
renovemos nuestra unión con Jesucristo pidiendo conocimiento interno de la vida
verdadera que Él nos trae que nos vivifica y colaboramos en su irradiación. Y
en este sábado con santa María, estrella de la nueva evangelización.