En la fiesta y celebración eucarística
de hoy se hace presente santa Catalina de Siena, terciaria dominica
italiana. Nació en 1347 y falleció en 1380, a los 33 años de edad.
Desde su infancia vivió en gran intensidad la presencia espiritual de Dios, de
Cristo y de María en todas sus acciones. El misterio de la Iglesia de Cristo,
que es comunión de los creyentes, teniendo al Papa como a su principal pastor y
guía, fue una de sus dulces ‘obsesiones’ y por ella daba su vida.
Pasó por años de retiro, soledad y
contemplación, en su “celda interior”. Esta celda era como el ámbito en el que
ella veía a Dios como a quien lo es todo, sintiéndose la pequeñez amada, la
casi nada, pero que ama, adora, sirve a su Señor.
Movida por el Espíritu hacia la acción
apostólica, al mismo tiempo que escalaba el monte de la perfección, sirvió a
pobres y enfermos, fue pacificadora de pueblos, y contribuyó altamente al
retorno del Papa Gregorio XI desde Aviñón a Roma. Su libro EL DIÁLOGO, sus CARTAS
y sus ORACIONES o SOLILOQUIOS son exquisito alimento espiritual.
Pablo VI la declaró doctora
de la Iglesia, con santa Teresa de Jesús (en la actualidad hay cuatro
mujeres doctoras de la Iglesia: Santa Teresa de Jesús y Santa Catalina de Siena
fueron proclamadas por Pablo VI en 1970, santa Teresita de Lisieux en 1997 por
Juan Pablo II, y santa Hildegarda por Benedicto XVI, en 2012). Y Juan Pablo II
la nombró copatrona de Europa. Pidámosle que en estos
tiempos difíciles y a la vez prometedores interceda por Europa y por todo el
mundo en la búsqueda de la Verdad, la Paz y el Amor.
* Primera lectura: La luz es una forma de decir que Dios
Padre se ha manifestado en Cristo Jesús con el fin de que las personas tengamos
la mejor orientación y la viva experiencia de un Dios cercano. Éste se ha
manifestado tal cual es en su Hijo, portador de luz para toda la humanidad. Caminar
en las tinieblas, equivalente a mentira, es negar el quehacer de Dios con sus
hijos y oponerse al plan amoroso del Padre; al igual que afirmar conocer a Dios
y no seguir sus mandatos es, en el mejor de los casos, pura ilusión, engaño
evidente.
* Evangelio: Esta
breve oración de Jesús nos revela su relación íntima con su Padre. Los
sabios y entendidos no están excluidos de la fe, por supuesto, pero la
gloria de Dios requiere que la fe nunca aparezca como un privilegio de los
sabios. Jesús alaba a Dios por revelarle a los sencillos lo que
permanece oculto a los sabios; revela su unidad con Dios y su
conocimiento íntimo de Dios; e invita a quienes se sientan agobiados a que
“vengan a Él”. Esta es una de las frases más alentadoras,
estimulantes y transformadoras del Nuevo Testamento. ¡Corazón de
Jesús, descanso en la lucha, refugio en la adversidad, consuelo de nuestras
almas...Ten misericordia de nosotros! ¡En ti confiamos!
ORACIÓN FINAL
Dios todopoderoso, confírmanos en la fe
de los misterios que celebramos, y, pues confesamos a tu Hijo Jesucristo,
nacido de la Virgen, Dios y hombre verdadero, te rogamos que por la fuerza
salvadora de su resurrección merezcamos llegar a las alegrías eternas. Por
Jesucristo, nuestro Señor. Amén.