5 abril 2019. Viernes de la IV semana de Cuaresma – Puntos de oración


A mí me conocéis, y conocéis de dónde vengo. Sin embargo, yo no vengo por mi cuenta, sino enviado por el que es veraz; a ése vosotros no lo conocéis; yo lo conozco, porque procedo de él, y él me ha enviado. Entonces intentaban agarrarlo; pero nadie le pudo echar mano, porque todavía no había llegado su hora.
Se acercan los días de la Pasión del Señor, en dos semanas estamos celebrando el Viernes Santo, la Muerte del Señor. Gesto de amor inmenso en el que Jesús da la vida por nosotros, cumpliendo la voluntad del Padre, bajando a los infiernos del dolor físico y psicológico del abandono, la burla y la traición, para llenar de sentido esos sinsentidos humanos y para que, cuando nosotros los vivamos, podamos encontrarnos con Jesús en nuestras heridas. En cualquier experiencia humana, puedes encontrarte con Jesús porque Él la acompaña, te ayuda a vivirla, está ahí contigo. En la alegría, en el gozo, en la paz, en la belleza, en la armonía…, te encuentras con el Señor. Pero también en la enfermedad, en la tristeza, en la soledad, en la burla, en el fracaso, en el abandono…, porque Él los vivió y los llenó de su presencia para siempre. Nada escapa a la presencia de Cristo, nada hay que puedas vivir ajeno a Él.
Jesús, ayúdame a buscarte en los momentos más oscuros de mi existencia. No permitas que los viva solo, sin Ti porque tu entrega no fue en vano, tu pasión conforta las mías, tu amor por mi llega hasta lo más hondo y duro de mi existencia. Por eso, yo quiero acompañarte en tu Pasión para darte gracias, para agradecer tu amor por mí. ¿Qué puedo hacer por ti?

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