Empezamos la oración ofreciendo al Señor
nuestras intenciones, acciones y operaciones para que sean puramente ordenadas
para servicio y alabanza de Su divina majestad.
En este jueves de la 4ta semana de
Cuaresma, la liturgia nos sugiere meditar sobre dos aspectos importantes de la
vida cristiana: la intercesión y la compasión.
“¿Por qué, Señor, se va a encender tu
ira contra tu pueblo, que tú sacaste de Egipto, con gran poder y mano robusta?” Impresiona el diálogo que establece Moisés con
el Señor. Denota cercanía, amistad y sobre todo confianza.Moisés confía
hasta la audacia y trata por todos los medios de disuadir a Dios de no llevar a
cabo la amenaza que ha declarado sobre el pueblo elegido. Y lo consigue. Ya
podríamos imitar la oración de Moisés, conseguiríamos de Dios todo lo que le
pidamos. Pero hay otra característica más en su oración evidente para
todos. Moisés no pide nada para sí mismo sino para los demás.
Intercede por el pueblo ante Dios. Esta actitud desarma en Corazón de Dios. Y
Dios que es Padre misericordioso escucha su súplica. Pensemos en cuantas veces
nos cuesta pensar en los demás en la oración, sobre todo en ese prójimo
desconocido, lejano. Normalmente nuestra petición se limita a nuestros
familiares y a nuestro círculo de amigos. Aprovechemos este rato de
oración para pedirle al Señor nos conceda la gracia de expandir el corazón, de
universalizarlo. Pensemos también en las personas que han pedido y piden
por nosotros, en aquellas personas que sabemos le debemos nuestra conversión.
“Entonces se arrepintió el Señor de la
amenaza que había pronunciado contra su pueblo” El Señor no puede dejar de ser compasivo
y misericordioso, y es capaz de olvidar nuestros crímenes, incluso si alguien
más pide por nosotros. ¡Qué distintos somos! Cuando alguien nos ofende
queremos que esa misma persona, y no otra, se disculpe para quedar en paz con
ella. Nos falta mucho por aprender. Pidamos también al Señor un corazón
humilde y compasivo, para saber perdonar las ofensas en toda circunstancia.
Finalmente, hay que recordar que hoy es
precisamente un momento importante para practicar la oración de intercesión.
Hoy 4 de abril, con motivo del centenario del nacimiento del pastorcito de
Fátima, San Francisco Martos, se ha desencadenado una gran iniciativa
para rezar por la paz. Basílicas, movimientos, parroquias, canales de TV,
emisoras de radio se conectarán para rezar el rosario, adorar a Cristo en la
Eucaristía y consagrarse a Santa María. Nos unimos también nosotros con nuestra
intención y oración.