Para comenzar nuestra oración nos
ponemos en la presencia del señor, le pedimos luz al Espíritu Santo para que
nos ilumine y nos acompañe en este rato de oración. Hoy Jueves Santo
le pedimos especialmente entrar en el misterio de la Pasión para acompañar a
Jesús.
Las lecturas de hoy nos narran la
Última de Cena del Señor. En el día de hoy os invito a contemplar la escena, a
adentraros en ella y a descubrir todos sus misterios. Es un pasaje
plagado de detalles, del que podemos destacar tres aspectos para la oración de
hoy.
El amor, el evangelio comienza
con la frase: habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los
amó hasta el extremo. Jesús comienza su mayor muestra de amor en esta
cena. Un amor que abarca el tiempo y el espacio y llega hasta todas las
personas, llega hasta ti mismo en el día de hoy. Un amor que te salva
entregándose. Y un amor que espera y se queda contigo, día tras día en el
sagrario. ¿Qué más se puede decir del Amor de los Amores? Simplemente,
contempla y responde desde tu ser, desde tu vida.
El servicio, en el evangelio
podemos leer el pasaje del lavatorio de los pies. Un gesto muy sencillo,
limpiar lo que está sucio, que implica muchas enseñanzas. Una
llamada a ponernos al servicio, a ayudar a limpiar lo que está sucio en el
mundo o en nuestras vidas. Y siempre siguiendo el ejemplo, del que lo hizo
primero, Jesús, el mismo Dios hecho hombre.
La cercanía de la amistad, Jesús
elige pasar su última noche con sus discípulos, con los que lo amaban de
verdad. Se rodea de ellos y se apoya en ellos. Simplemente eso puede ser
nuestra oración hoy, querer estar cerca, querer compartir tiempo con Jesús sin
prisas y en confianza. Que nos acerquemos y seamos uno más a su lado en este
día.
Y para terminar este momento de oración nos ponemos en manos de María. Dedicar los minutos finales de nuestro rato a compartir con Ella lo que necesitemos.