18 marzo 2021, jueves de la 4ª semana de Cuaresma. Puntos de oración

“A Dios que concede el hablar y el escuchar le pido hablar de tal manera que el que escucha llegue a ser mejor y escuchar de tal manera que no caiga en la tristeza el que habla”

Una indicación previa para la primera lectura en la que vemos como se atribuye a Dios actitudes humanas, como arrepentirse, enfadarse, etc. La explicación es “sencilla”: para entender mejor a Dios se le atribuyen rasgos humanos que sabemos que no tiene, pero que nos hace su imagen más cercana a nuestra experiencia. Solo hay que quitar el aspecto de imperfección que tiene ese antropomorfismo (formas humanas), a la luz de lo que sabemos sobre Dios a la luz del Nuevo Testamento, donde la revelación es plena.

Y con respecto a los puntos, no sé a vosotros, pero a mí me ayuda mucho poner en relación todas las lecturas. El personaje clave es Moisés. Desde los Padres de la Iglesia, muy especialmente san Ireneo, se ha puesto en relación a Moisés con Jesús: Moisés como un preámbulo de Cristo. En un momento dado Dios promete a Israel, a la muerte de Moisés, suscitar un profeta como Moisés. Ireneo dirá que Jesús es “ese profeta, y más que profeta”. Dios ya no habla más por mediaciones, sino que habla en plenitud haciéndose Él mismo hombre. Moisés pidió a Dios ver su rostro y Dios le dejó ver solamente su espalda. Ireneo de Lyon dirá que, en el momento de la Transfiguración, Moisés cumple su deseo de ver a Dios cara a cara, porque ve el rostro de Cristo transfigurado y “quien le ha visto a Él, ha visto al Padre”.

Esa unión entre Jesús y el Padre es por esa filiación divina. Jesús es Dios de Dios, Luz de Luz. Jesús es el camino para el Cielo. Por eso Carlo Acutis dirá que la Eucaristía es “su autopista para el Cielo”, porque la Eucaristía es Cristo mismo. Cristo es que el intercede por nosotros ante el Padre. Dios se ha acordado de su Pueblo (como pide el salmo) y… ¡vaya si se ha acordado! Dice el salmo que Moisés se puso entre Dios y el Pueblo. Así Jesús, el Verbo divino hecho hombre, se puso entre el Cielo y la tierra elevado en la Cruz para luego hacernos resucitar con Él, abrirnos las puertas de la Gloria.

Feliz oración.

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