17 marzo 2021, miércoles de la 4ª semana de Cuaresma. Puntos de oración

Los judíos echan en cara a Jesús que realice curaciones en sábado pues eran muy estrictos sobre lo que se podía hacer o no hacer en sábado. Jesús responde: “mi Padre trabaja y yo también trabajo”. Esto responde a que los judíos consideraban que Dios si realizaba el trabajo de la redención en sábado; así Jesús también en esta ocasión se hace igual a Dios. Jesús prolonga la obra del Padre.

Hemos iniciado esta semana la lectura del evangelio según san Juan y nos acompañará el resto del camino cuaresmal; destaco la intimidad de Jesús con su Padre, su unión íntima de corazón, vida y acción. Nuestra oración debe caracterizarse por esta unión que se extienda a toda nuestra vida como en Jesús. Es una consecuencia de nuestra consagración bautismal que nos hace hijos de Dios. El profeta Isaías resalta la entrega de Dios por nosotros: “¿Puede una madre olvidar al niño que amamanta, no tener compasión del hijo de sus entrañas? Pues, aunque ella se olvidara, yo no te olvidaré.”

Estamos en vísperas de la solemnidad de san José que todos los años celebramos en cuaresma. Él, “la sombra del Padre”, debe inspirar nuestro camino cuaresmal. El papa Francisco nos lo ha recordado en su carta “Patris corde”: “No queda más que implorar a san José la gracia de las gracias: nuestra conversión.

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