28 marzo 2021, domingo de Ramos. Comienza la Semana Santa. Puntos de oración

¡Ven Espíritu Santo!, e ilumina y guía tú mi oración, en este domingo de ramos. ¿Cómo iba yo sólo a conocer y vivir en su sentido verdadero esta celebración?

Iniciamos ya la Semana Santa. Ciertamente que las lecturas nos ayudan con sus reflexiones y descripción de los hechos. Será preciso estar muy atentos y dejarse conducir para acompañar a Jesús “que sufre y muere por mí”. Aunque hoy, desde el señorío de su humildad, deje que le alaben; ¡Hosanna al hijo de David!

Pero luego nos abismaremos ante la apertura de Jesús a los acontecimientos tan dramáticos que vivirá, “yo no resistí ni me eché atrás”. Y eso que se va a enfrentar al abandono, la burla, el desprecio y el sufrimiento más atroz. Pero puede ayudarnos contemplarle, en medio de tanto dolor, cómo sigue orando al Padre, “Se reparten mi ropa/ Pero tú, Señor, no te quedes lejos/ fuerza mía, ven corriendo a ayudarme”.

Todo el sufrimiento que pasamos queda asumido por el Señor Jesús. ¡Él, que era de condición divina, se somete a la muerte más ignominiosa! Desde este vernos hijos en el Hijo (aunque sufriente) podremos llegar a decir: Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre. Mis sufrimientos y “muertes”, en Jesús, ciertamente glorifican a Dios, dan vida al mundo.

Vemos a nuestro Señor, orando en el momento que es más insultado y despreciado en la misma cruz y hasta en la sensación de ser abandonado por el Padre, “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?”. Pero el amor obediente al Padre y a cada uno de nosotros, hace que su determinación de dar la vida no decaiga.

Vivamos, desde y con el corazón de nuestra Madre, cada paso de esta Pasión de Jesús que puede hacerse realidad en cada corazón, en cada historia de desgarro y muerte que rodea a nuestros hermanos.

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