23 enero 2011, domingo de la tercera semana de Tiempo Ordinario (A) – Puntos de oración

  • En el evangelio de este domingo bien podríamos distinguir cuatro partes bien diferenciadas:
    • 1. El regreso de Jesús a Galilea (vv. 12-16).
      • El evangelista nos dice que Jesús fijo su residencia en Cafarnaún.
      • La luz que es Cristo, comienza a brillar en la Galilea de los gentiles.
      • De este modo se supera un nacionalismo, que confinaba los beneficios de Dios a los estrechos límites de Israel.
    • 2. El comienzo y el contenido de su predicación (v. 17).
      • Su primer anuncia es austero: “Convertíos, porque está cerca el Reino de los cielos.”
      • La conversión es una condición indispensable para poder entrar en el Reino de los cielos.
    • 3. La llamada a los primeros cuatro discípulos (vv. 18-22).
      • Antes de comenzar su predicación, Jesús elige a algunas personas para que le sigan de cerca y sean testigos de la misma.
      • Galilea se convierte de este modo en un territorio fértil de vocaciones.
    • 4. Y la predicación, que está acompañada de signos prodigiosos (v. 23).
      • S. Mateo narra muy sucintamente el comienzo de la predicación de Jesús. Creo que con ello intenta acelerar la marcha hacia los grandes momentos de la predicación del maestro, situados en los capítulos 5 al 7. En ellos aparece el Jesús-predicador, al que le seguirá el Jesús-sanador en los capítulos 8 al 9.
    • Una vez realizada una mirada de conjunto, vamos a centrar nuestra atención en la llamada de los primeros discípulos.
      • ¿A qué tipo de personas llama Jesús?
        • Este pasaje nos dice, que Cristo llama a personas comunes.
      • ¡Notemos donde llamó Jesús!
        • Estos hombres no estaban en un lugar o centro de tipo religioso...
        • Ni estaban investidos por una posición de autoridad o de poder.
        • Tampoco poseían riquezas.
        • Simplemente pertenecían al mundo del trabajo cotidiano.
      • Por lo tanto, Dios puede llamar a cualquier persona que esté realmente disponible,
        • sea religiosa o no,
        • con estudios o sin ellos,
        • común o extraordinaria.
        • El principal ingrediente es estar disponible, estar dispuesto a responder.
      • El Señor llama:
        • A seguirle de cerca.
        • A seguirle inmediatamente.
        • Y a seguirle realizando un trabajo diferente al que hacían.
  • Hoy como ayer.., como hoy, y como siempre, Jesucristo sigue llamando… Sus llamadas no se han agotado con el correr del tiempo o las vicisitudes de la historia… La mies sigue siendo mucha y los obreros pocos… ¿A qué tipo de personas llama hoy Jesús? ¿Dónde efectúa sus llamadas? ¿A que llama en concreto..? ¿Quién puede responder…? Quizás tú mismo, que me estás leyendo…, y que quizás el Maestro te está llamando…

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