9 enero 2011, domingo del Bautismo del Señor – Puntos de oración

  • Vamos a ponderar en nuestra oración de hoy el bautismo de Jesús y la reacción de S. Juan Bautista ante el mismo.
  1. ¡Nos asombra la petición de Jesús de ser bautizado!
  2. ¡Nos admiramos ante la humildad de Juan!
  3. ¡Extraordinario el deseo de Jesús de cumplir toda justicia!
  4. ¡Y no fueron pequeñas las señales que acompañaron el bautismo del Señor!

1. Nos asombra la petición de Jesús de ser bautizado.

    • El solo hecho de que el Hijo de Dios fuese bautizado es asombroso, siendo El, el autor y consumador de la fe.
    • Sería Él quien haría que el bautismo fuese posible y eficaz para el hombre.
    • El bautismo de Juan era solamente una llamada a los hombres, para que se abrieran a una vida de arrepentimiento y de justicia. Jesús no necesitaba el arrepentimiento y era perfectamente justo.

2. Nos admiramos ante la humildad de Juan.

    • La humildad de Juan fue por demás inusual, puesto que Juan era el grande a los ojos de la gente de aquel tiempo. Multitudes de personas se reunían junto a él (Lc. 3,7); el público en general (Lc. 3,10); cobradores de impuestos (Lc.3,12); soldados (Lc. 3,14).
    • Había alcanzado la cima en cuanto a la consideración social.
    • No obstante, cuando se acercó Jesucristo, se rebajo a sí mismo y reconoció que en su comparación no era nada…
    • Personalmente necesitaba el bautismo del Señor. Necesitaba lo que tenía Cristo. Cristo bautizaría con el Espíritu Santo y fuego.

3. ¡Extraordinario el deseo de Jesús de cumplir toda justicia!

    • Estaba prediciendo simbólicamente lo que sería toda su vida.
      • Iba a cumplir toda la Ley.
      • Iba a pagar por la culpa de los hombres por haber quebrantado la Ley.
      • Se estaba identificando con aquellos a quienes venía a salvar.
      • Se hacía pionero de una vida de justicia y santidad.

4. ¡Y no fueron pequeñas las señales que acompañaron el bautismo del Señor!

    • S. Mateo señala tres señales en particular:
      • Los cielos fueron abiertos.
      • El Espíritu Santo descendió como una paloma.
      • Y se escuchó la voz de Dios:
        • Este es mi Hijo.
        • Mi Hijo amado.
        • Mi Hijo predilecto.

Hoy puede ser un día muy bonito para ponderar nuestro propio bautismo a la luz del Bautismo del Señor. Para esto ayudará la lectura del Catecismo de la Iglesia Católica en sus números: 1213 a 1284.

Termino con una frase de S. Agustín: “Quiso bautizarse, además, porque quiso hacer lo que nos manda hacer, para que como buen maestro no sólo nos enseñase con su doctrina, sino también con su ejemplo.” (in sermonibus de Epiphania).

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