Petición: “Concédenos a los que ya te conocemos por la fe, poder llegar a contemplar un día, cara a cara la hermosura infinita de tu gloria”. Es la petición de la oración colecta de la eucaristía de hoy. Ninguna mejor para llevarla hoy en el corazón, pues expresa el misterio al que cada año la navidad, nos conduce: las navidades eternas, como gustaba repetir el P. Morales. La Navidad eterna, pasar del conocimiento de la fe a la contemplación cara a cara de Dios. Ahora le vemos en el rostro de Jesucristo. Un día nos encontraremos con él. ¡Que en este día tu corazón vuele continuamente hacia el cielo!
Sentido del día: Que también los gentiles son coherederos, miembros del mismo cuerpo y participes de la promesa en Jesucristo, por el Evangelio”. Lo expresa san Pablo en la segunda lectura y nos ofrece la teología de fondo del día de Reyes centrada en la llegada del Evangelio a todos los confines de la tierra. Nos resuena la llamada a la nueva evangelización de Europa y de España, la llamada a la misión que nos hizo el Papa en Santiago de Compostela: “A nosotros nos toca conocer al Señor cada día más y dar un testimonio claro y valiente de su Evangelio. No hay mayor tesoro que podamos ofrecer a nuestros contemporáneos”
“Por medio de una estrella” Quizás sea uno de los símbolos más conocidos de la Navidad, la hemos visto estos días en las calles, en las Iglesias, en nuestras casas. Pero quizás no la hemos seguido. Nos acostumbramos a verla y no a mirarla con los ojos de la fe y a preguntarnos: ¿dónde está el Mesías? ¿Donde debo caminar para encontrarlo? La Navidad no debe pasar, sin hacernos la pregunta que guió a los reyes: ¿donde ha nacido el Mesías?
En la Navidad Dios te ha hablado por medio de signos como la estrella, te ha hecho guiños para que le busques, y Él está deseando guiarte en el camino. Piensa porque caminos te está hablando en estos días. Reconoce la luz de la estrella que te guía. Medita hoy que camino debes recorrer este año para encontrarte con Cristo.
Los reyes en primer lugar, acogen el don de Dios, en segundo lugar se ponen en camino. Después no se cansan ni renuncian a caminar a pesar de los contratiempos y dificultades. Y por último, por ser fieles, encuentran al Mesías, con María. En ellos, en este itinerario, está expresado el camino de la fe, el camino de la vida cristiana, el camino de los que seguimos al Señor en un grupo, en una institución como nosotros al calor de los Cruzados de Santa María. Al comenzar el año debemos reconocer la llamada de Dios a caminar juntos, como los Magos, unidos en torno a un carisma, a alentarnos en cada momento del camino, a mantenernos fieles en los momentos de dificultad, y a compartir la alegría cada vez que encontremos al Señor, con María, en nuestras vidas.
Adoremos al Señor, juntos, en familia, agradeciendo al Señor el regalo de habernos unido en el camino de la fe, de habernos convocado para “buscar al Señor”.