22 abril 2012. Domingo de la tercera semana de Pascua (Ciclo B)– Puntos de oración

San Ignacio de Loyola nos ayuda con su método de oración que propone en los Ejercicios Espirituales a penetrar en el misterio de la resurrección de Cristo. Se trata de aplicar los sentidos corporales para llegar a sintonizar con los sentimientos de Jesús. El siguiente paso es introducirse en la escena “como si presente me hallara”. Vamos a aplicar estos sentidos para llegar al dialogo íntimo con Jesús que se hace más presente en nuestra vida:

VER, OÍR, OLER Y GUSTAR, TOCAR.

En el texto del evangelio de hoy leemos: “En aquel tiempo, contaban los discípulos de (Emaús) lo que les había pasado por el camino y cómo habían reconocido a Jesús al partir el pan.

Estaban hablando de estas cosas, cuando se presenta Jesús en medio de ellos y les dice:

“PAZ A VOSOTROS”. OÍMOS de labios de Jesús el don especial de la paz. Para oírle me ha ido preparando a lo largo de estos días de la pascua. La paz es la condición necesaria para ponernos a la escucha. Estoy dispuesto a desconectar además de internet de todos aquellos medios que nos impiden para alcanzar el fin. El fin es conectar con Dios por medio de la oración. Si falta el silencio y soledad no hay posibilidad de ponernos en clima de oración. Así escucharemos a Dios y entraremos en diálogo con Él. Primero hay que escuchar…

VER. Llenos de miedo por la sorpresa, creían ver un fantasma. “Él les dijo: ¿por qué os alarmáis? Mirad mis manos y mis pies: soy yo en persona…” Jesús resucitado se muestra para que la podamos contemplar las señales que le identifican como el Hijo del Hombre que ha sido crucificado y muerto en la cruz. Señor, no olvido, que “por tu cruz y resurrección nos has salvado”.

TOCAR. “PALPADME y daos cuenta que un fantasma no tiene ni carne ni huesos, como veis que yo tengo”. Dicho esto les mostró, les mostró las manos y los pies. Y como no acababan de creer por la alegría y seguían atónitos, les dijo: “¿Tenéis algo que comer?” Ellos le ofrecieron un trozo de pez asado. Él lo tomó y comió delante de ellos.

GUSTAR: Jesús me invita a participar en este desayuno que ha preparado para mí y sus discípulos. Los sentidos nos van acercando con mayor intensidad a la intimidad con Jesús, hasta llegar a tener los mismos sentimientos que su corazón. Tendrás que darle más vueltas a estos textos de las apariciones de Jesús en estos días de Pascua, para llegar a entender el mensaje de Jesús. Jesús de nuevo me habla: “Esto es lo que os decía mientras estaba con vosotros: que todo lo escrito en la Ley de Moisés y en los profetas y salmos acerca de mí tenía que cumplirse”. Entonces se les abrió el ENTENDIMIENTO para comprender las escrituras… y vosotros sois mis testigos”.

PETICIÓN: “Inmaculada Madre de Dios: alcánzanos el gozo de la pascua. Fe creciente, esperanza cierta, alegría desbordante, paz imperturbable, amor ardiente…”

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