San Ignacio de Loyola nos ayuda con su método de oración que propone en los Ejercicios Espirituales a penetrar en el misterio de la resurrección de Cristo. Se trata de aplicar los sentidos corporales para llegar a sintonizar con los sentimientos de Jesús. El siguiente paso es introducirse en la escena “como si presente me hallara”. Vamos a aplicar estos sentidos para llegar al dialogo íntimo con Jesús que se hace más presente en nuestra vida:
VER, OÍR, OLER Y GUSTAR, TOCAR.
En el texto del evangelio de hoy leemos: “En aquel tiempo, contaban los discípulos de (Emaús) lo que les había pasado por el camino y cómo habían reconocido a Jesús al partir el pan.
Estaban hablando de estas cosas, cuando se presenta Jesús en medio de ellos y les dice:
“PAZ A VOSOTROS”. OÍMOS de labios de Jesús el don especial de la paz. Para oírle me ha ido preparando a lo largo de estos días de la pascua. La paz es la condición necesaria para ponernos a la escucha. Estoy dispuesto a desconectar además de internet de todos aquellos medios que nos impiden para alcanzar el fin. El fin es conectar con Dios por medio de la oración. Si falta el silencio y soledad no hay posibilidad de ponernos en clima de oración. Así escucharemos a Dios y entraremos en diálogo con Él. Primero hay que escuchar…
VER. Llenos de miedo por la sorpresa, creían ver un fantasma. “Él les dijo: ¿por qué os alarmáis? Mirad mis manos y mis pies: soy yo en persona…” Jesús resucitado se muestra para que la podamos contemplar las señales que le identifican como el Hijo del Hombre que ha sido crucificado y muerto en la cruz. Señor, no olvido, que “por tu cruz y resurrección nos has salvado”.
TOCAR. “PALPADME y daos cuenta que un fantasma no tiene ni carne ni huesos, como veis que yo tengo”. Dicho esto les mostró, les mostró las manos y los pies. Y como no acababan de creer por la alegría y seguían atónitos, les dijo: “¿Tenéis algo que comer?” Ellos le ofrecieron un trozo de pez asado. Él lo tomó y comió delante de ellos.
GUSTAR: Jesús me invita a participar en este desayuno que ha preparado para mí y sus discípulos. Los sentidos nos van acercando con mayor intensidad a la intimidad con Jesús, hasta llegar a tener los mismos sentimientos que su corazón. Tendrás que darle más vueltas a estos textos de las apariciones de Jesús en estos días de Pascua, para llegar a entender el mensaje de Jesús. Jesús de nuevo me habla: “Esto es lo que os decía mientras estaba con vosotros: que todo lo escrito en la Ley de Moisés y en los profetas y salmos acerca de mí tenía que cumplirse”. Entonces se les abrió el ENTENDIMIENTO para comprender las escrituras… y vosotros sois mis testigos”.
PETICIÓN: “Inmaculada Madre de Dios: alcánzanos el gozo de la pascua. Fe creciente, esperanza cierta, alegría desbordante, paz imperturbable, amor ardiente…”