Hoy sábado dedicamos el día a la Virgen María. Seguro que alguno hará su oración de camino al ir hacia la misa de Santa María
La palabra de Dios creciendo entre los apóstoles y los que a ellos se acercaban
Vivir de fe. El justo vive de fe, dice San Pablo a los primeros cristianos. Nosotros debemos vivir con fe creciente. Los paganos contemporáneos de Pablo y de los apóstoles, como los que nos rodean a nosotros, viven no de fe, sino de sentidos, de cosas que se palpan, se ven, se oyen (dinero, comodidad, placer, vanidad). En la noche de paganismo, los nuevos primeros cristianos tienen que ser “luminarias”. Es la fe quien las enciende. La fe desarrolla en las almas “el sentido de Cristo” (Cor. 2,15), el instinto de Dios. Pero necesita clima de recogimiento y oración para madurar. Los grandes santos adquieren esta ciencia divina más por la oración que por los libros. Su biblioteca principal es el Espíritu Santo. Las luces divinas más elevadas descienden a las almas en el silencio del amor.
- Meditar despacio el Salmo:
- Aclamad justos al Señor.
- El evangelio nos invita a vivir en confianza:
- No temáis, con el Señor. Con el Señor, todo cambia. Se ve diferente.
En cuanto nos olvidamos de Él volvemos a las dudas.
Estos días, al preguntar a los alumnos que significaba la palabra Pascua, les comenté: ‘Es algo grande que podemos celebrar los cristianos. El paso de la muerte a la vida. Cristo muere y Cristo resucita.’
Pasar
Alegremente el
Señor
Caminando
Unidos
Amando a todos por igual.
Que hagamos la oración de la mano de María.