Pedimos luz al Espíritu Santo para que entre en nosotros y nos dé el conocimiento de la oración que vamos a comenzar.
Primera lectura
“Ella le saldrá al encuentro como una madre y lo recibirá como la esposa de la juventud”. En nuestra vida según las cosas que hacemos debemos en todo momento diferenciar lo bueno de lo peor, Dios nos sale al encuentro dándonos esa fuerza, el Espíritu Santo, para reconocer esta diferencia.
“Le dará un nombre perdurable”. El nombre que recibiremos, será el nombre que Dios nos ha concedido al recibir el bautismo tanto en cuanto según nuestras acciones.
Segunda lectura
“Se las has revelado a la gente sencilla”. La gente sencilla debemos ser nosotros buscando la humildad en todas las circunstancias de la vida, en el trabajo: sabiendo esperar y ayudando con amor a todo el que lo necesite, en la familia: saber escuchar en momentos de más cansancio, en la sociedad y amigos: saber esperar aunque lleguen tarde los demás.
“Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados”. En los momentos finales de nuestro día acudir a quien sabemos que nos escucha dejándose llevar de nuestras sentimientos contando los mejores momentos del día.
Oración a la Virgen María:
Para ella se hizo posible lo imposible: era riquísima en los dones que Dios le había concedido, pero se hizo tan pequeña que paso por el ojo de una aguja. Para vencer a Satanás es en el seno de María donde tenemos que estar metidos.