Estamos en pleno mes de octubre, un mes consagrado a la Virgen a través del rezo del Rosario y marcado desde el día 1 por el aniversario del padre Morales y por la fiesta de santa Teresita. Esta santa ha marcado toda una época especial en la iglesia católica. El camino espiritual marcado por Santa Teresita pasa por la infancia espiritual. “Dejad que los niños se acerquen a mí”. “De los niños es el reino de los cielos”.
Ojalá en este rato de oración fueras capaz de sentirte niño en los brazos de Dios; si eres niño, tienes abiertas de par en par las puertas de los cielos, pero, ¿cómo puedes saber si sigues siendo niño? Dejarás de ser niño cuando seas derrotado en las siguientes siete batallas:
- Cuanto pierdas la batalla del amor a la verdad y piensas que con la mentira se abren más puertas y se consiguen más metas.
- Pierdes la segunda batalla cuando dejas de pensar en los demás como amigos y piensas que son enemigos que te ponen zancadillas y compiten contigo.
- La tercera se pierde cuando se deja de creer en los grandes ideales: en el trabajo, en la fe, en la familia porque detrás de ellos encuentras cretinos que manchan esos ideales nobles.
- La cuarta batalla se pierde cuando dejas de creer en la justicia y pactas con pequeñas injusticias que te hacen más agradable el camino.
- Si dejamos de creer en la paz ya hemos perdido la quinta batalla y pensamos que es mejor imponer nuestra paz violenta.
- Con la pérdida del entusiasmo juvenil perdemos la sexta batalla y nos conformamos con un mundo triste y sin remedio.
- Por último perdemos la última batalla y dejamos de creer en que podemos ser santos y pactamos con las miserias y nos rendimos ante las pasiones.
- Después de perder estas batallas, hemos perdido la infancia espiritual y nos hacemos duros a la fe y al amor de Dios; desconfiamos de Dios y no creemos en su amor para nosotros.
Pidámosle a Santa Teresa del Niño Jesús que nos mantenga niños en la presencia del Señor.