1 enero 2014. Santa María, Madre de Dios – Puntos de oración

El uno de enero la Iglesia concentra su atención en el misterio de la divina maternidad de Nuestra Señora y en la circuncisión del Niño nacido en Belén, al que, se impuso en este rito el Santísimo Nombre de Jesús, el que el arcángel Gabriel había indicado a María en la anunciación y a san José en sueños, el “Nombre que está sobre todo Nombre”, ante el cual “toda rodilla se doble en el cielo, en la tierra y en el abismo”, como dice san Pablo (Fil II, 9-10). Jesús (del hebreo Jehoshua) significa “el que salva”; es más: no hay otro nombre por el cual nos venga la salvación, según proclamó san Pedro en su primera predicación el día de Pentecostés (Act IV, 12). De ahí que “si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que Dios lo resucitó de entre los muertos, serás salvado” (Rom X, 9-10).

Propongo para la oración de este día la oración más antigua que conservamos con el título de la fiesta de hoy:

Bajo tu amparo nos acogemos,
santa Madre de Dios;
no deseches las súplicas
que te dirigimos
en nuestras necesidades,
antes bien
líbranos de todo peligro,
¡oh Virgen gloriosa y bendita!
Amén.

En oriente, Madre de Dios, es el título más repetido para designar a la madre de Jesús. Ella es la madre que salvaguarda la verdad sobre su hijo e intercede por nosotros en la intercesión de aquel que “vive para siempre intercediendo por nosotros”.

Por esta unidad indestructible entre Jesús y María podemos también orar con nuestros hermanos orientales dirigiéndonos a Jesús: “Jesús, salvador, ten misericordia de mí”. María tendría el nombre de su hijo siempre en su corazón desde que se lo dijo el ángel así como san José; su solo nombre es oración pues nos hace presente todo su misterio y en estos días, y en este día qué mejor oración. Oremos pues en comunión con María y bajo su amparo.

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