17 marzo 2014. Lunes de la segunda semana de Cuaresma – Puntos de oración

El evangelio de este día es corto en su narración.., pero largo y costoso en su ponderación y puesta en práctica... ¡Se nos pide, nada más ni nada menos!

  1. Que seamos compasivos...
  2. Que no juzguemos...
  3. Que no condenemos...
  4. Que perdonemos...
  5. Y que demos...

Creo que estaréis de acuerdo conmigo al afirmar, que estos cinco verbos que utiliza Jesucristo, son de lo más exigente que uno puede escuchar... Quien los vive, ha alcanzado un algo grado de madurez humana, y no digamos de transformación en Cristo...

Vamos a intentar que nuestra oración de este día, tenga un fin práctico y concreto. No merece la pena gastar nuestro tiempo orando, sólo para darnos cuenta de que no estamos viviendo lo que oramos...

En la vida cristiana la santidad es la suma de pequeños detalles.., y se han de ganar no pocas batallas personales para conseguir el objetivo que se pretende... No te olvides, que el enemigo para no ser compasivos.., no juzgar.., no condenar.., perdonar y dar.., somos nosotros mismos y nuestras inclinaciones naturales contrarias. Para empezar hagamos un examen de conciencia sincero y reconozcamos sin miedo y con lealtad que no somos generosos.., que nos cuesta perdonar.., que fácilmente condenamos y no pocas juzgamos sin testigos...

Si queremos alcanzar victoria empecemos de menor a mayor. ¿Qué es lo que menos me cuesta y qué es lo que más me cuesta, de estas cinco realidades que enumera Jesucristo en el evangelio de hoy..? ¡Y manos a la obra..!

Recordemos conceptos:

Compasión: "Etimológicamente, en el vocablo compasión encontramos un doble origen semántico. Por un lado, procede del latín cum-passio, y haría alusión al -sufrimiento compartido con otro. Al tiempo, el verbo latino passio procede del término griego pathos que hace referencia al sentimiento entendido como drama interior. De este modo, cum-passio sería acompañar al otro en su drama interior; habría que completar esta definición inicial señalando que la compasión es la participación en el sufrimiento del otro, en cuanto diferente de ese mismo sufrimiento, ya que la compasión no es sinónimo de identificación anímica con el doliente, sino que implica la movilización activa de todos los recursos, con el fin de transformar en lo posible esa situación de dolor. Parece claro, pues, que la compasión plantea el peligro de encerrarse en un sentimiento pasivo que a nada conduce."

Juzgar: "Tradicionalmente se suele definir el juicio como el acto del entendimiento por el cual se compone o divide, afirmando o negando (cfr. Aristóteles, De anima, 111, 6,430a27; An. pr. I,1); se entiende esta definición en el sentido de que es propio del juicio unir dos conceptos (llamados sujeto y predicado) afirmativamente o negativamente. El j. dice que algo es o no es. El sujeto y el predicado son la materia o contenido del juicio, la forma o estructura la dan la cópula «es» (o «son») y la partícula negativa si la hay."

Condenar: Podríamos decir que la condena es la consecuencia lógica de un juicio. Si el juicio es justo la condena es justa, si el juicio es injusto la condena es injusta... En la vida cristiana se puede y se deben emitir juicios de valor, pero también hay que tener en cuenta de que no todo juicio justo termina en condena, pues otro puede haber pagado la condena por nosotros. Caso de Jesucristo.

Perdonar:  "El perdón, por parte del que ha sufrido un daño o una injusticia, es propiamente el acto de olvidar quién ha sido su autor, Toda la Biblia pone de relieve particularmente la generosidad del perdón de Dios, su actitud de paciencia, de indulgencia, de misericordia: Dios olvida y deja tras de sí el recuerdo del pecado, perdona la deuda no imputa la culpa, Pero el perdón es posible sólo con la condición de que el hombre pecador vuelva a encontrar la contrición del corazón, consciente de haber ofendido a Dios: se trata del «corazón contrito y humillado» que es al principio de una novedad de vida, premisa necesaria para que Dios otorgue su perdón."

Dar, donar: "El término don proviene de donum: regalo, favor, dádiva, obsequio. La misma raíz de la palabra nos marca un esquema interior para comprender su significado y su uso. La donación implica a una persona que da algo, implica la gratuidad de esa acción, e implica una aceptación libre o el rechazo de esa acción voluntaria, libre, gratuita."

Creo que puede ayudarnos el contemplar estos cinco verbos de una forma plástica. Recuerda un imagen de compasión.., de juicio..., de condena o de perdón, y de generosidad.., y luego ora contemplando...

Archivo del blog