4 marzo 2014. Martes de la octava semana de Tiempo Ordinario – Puntos de oración

Tengamos en cuenta que hoy es el cumpleaños de nuestro Director general: Fernando Martín. Como tiene una responsabilidad extra, necesita de nuestras oraciones extras. También que mañana es miércoles de ceniza.

Nos vamos a fijar en el Evangelio. Lo leemos un par de veces y empezamos por el final de la lista: quien deje tierras (dinero) recibirá el ciento por uno. Pero Pedro dice “todo” y no sé si yo he dejado “todo”. Aquí puedes pensar que es eso de dejar todo el dinero. Si estás casada /casado ¿Qué es eso de dejar todo el dinero? Porque ese estado es querido por Dios y por tanto quiere sus consecuencias como un mínimo de previsión por el futuro de tus hijos. Puedes dejar bastante, muchísimo, todo. Pídele a Dios que se apiade de ti y te ayude a darlo todo (Sin Mí, no podéis nada).

Pero también habla del amor a la familia que está un poco más cerca del corazón que el dinero. ¿Qué será dejarlo todo? Desde luego no es dejarles de querer ni dejarles de atender: Papá mañana cumples 90 años y como yo soy cada vez más seguidora de Dios, voy a dejar mi familia para seguirle y por tanto te llevaré a una asilo. Por cierto, creo que en mi caso es atenderles y quererles un poco más porque a Dios le gusta que lo haga así. Volvamos a pedir la luz del Espíritu para poder hacerlo bien. De nuevo aparece la idea de dejar bastante, mucho,… ¡Luz y fuerza para dejarlo todo!

Seguro que te has imaginado a un grupo de seguidores alrededor de Jesús, tú eres uno de ellos y Jesús está mirándonos. Y te dice lo del ciento por uno. Ya sabes lo que te llegará a más generosidad y más radicalidad en el uno, más disfrute en la recepción.

Entre persecuciones: ¿para castigarte? NO. Es por mi bien. A más muerte, más resurrección. Por cierto si tienes más de 20 años, ya tienes historia y puedes mirar a tu vida pasada para ver si se ha cumplido.

Pide algo. Eso es el paso de la reflexión a la oración.

Mira a nuestro modelo: María. Recuerda su vida para ver cómo vivió la entrega y cómo se cumplió la promesa de Jesús.

Ahora vamos a practicar la empatía, eso de ver las cosas desde dentro de la piel de Jesús. Yo creo que miraría a los discípulos y a mí que estoy entre ellos como un padre al niño que ha dicho algo bien, pero muy distante de la realidad profunda. Cuando Pedro dijo: Ya ves que nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido” seguramente pensaría: queridos amigos. ¡Ánimo! Que os voy a dar mucho más de lo que me entregáis, con un regalo añadido (propina) que no esperabais. En el banco te dan el 5% de intereses y si te montas bien los negocios puedes sacar más. Dudo que llegues al 100%. Pero en la inversión que haces conmigo, te voy a dar…

¿Qué entiende Jesús por darse del todo?

Pienso que todavía le queda un segundo pensamiento ante la duda que expresa Pedro y que es también la mía y la de todos: Yo te di 7, cuánto me vas a devolver Tú. Y a Jesús le parece que todavía estoy muy lejos de lo bueno. Todavía quiero cobrar por “los servicios prestados”. Todavía no soy su hermano que quiero hacer todo por Él, sin más, sin ninguna recompensa y aun con graves costos de mi vida y mis cosas. Le da un poco de tristeza que todavía no le quiera tanto como entregar todo por Él, que todavía dificulte con mi libertad, que Él se pueda entregar del todo a mí.

¿Cómo lo hiciste tú, María?

Señor Jesús: creo, pero ayuda a mi fe.

Archivo del blog