22 febrero 2015. Domingo de la primera semana de Cuaresma (Ciclo B) – Puntos de oración

La Cuaresma es tiempo para retirarse con Jesús al desierto para dejarnos penetrar por Dios y prepararnos para la fiesta de la Resurrección del Señor. En ella tenemos puesta nuestra mirada durante todos estos días y vivimos esta Cuaresma para llegar bien dispuestos. Como somos pecadores necesitamos purificar nuestro corazón de todas las pasiones que nos arrastran al pecado. Como dice el salmo, Dios nos enseña el camino a los pecadores.
Acompañemos a Jesús en su marcha al desierto. Dejemos que el Espíritu también nos empuje para limpiarnos del pecado. Imaginémonos a Jesús viviendo las austeridades del desierto: hambre, calor, sed, tentaciones… para llenarse de Dios y prepararse para la misión que el Padre quiere encomendarle. Verle orar durante estos días de desierto. Pedir por sus necesidades, traer a su pensamiento a tantos y tantos que habían de escucharle o seguirle a lo largo de los siglos, clamar porque se alejara de él esa carga… Verle padecer como un hombre cualquiera ante una labor sobrehumana y sacar fuerzas de su filiación con el Padre de los cielos. Acompañémosle en la oración de hoy en estos días de desierto. También dejándonos maravillar con los momentos extraordinarios: momentos de gozo trinitario, servicio de los ángeles, visiones de las almas que se entregarían sin reservas…

También podemos meditar el salmo del día de hoy, en el que Dios nos enseña a seguir el camino de la santidad: “Señor, enséñame tus caminos”, “tú eres mi Dios y Salvador” como peticiones que podemos repetir a lo largo de la oración. Un Dios que nos ofrece estos días su misericordia para que regresemos a Él enseñándole nuestros pecados para perdonarnos y enseñarnos el verdadero camino. Un Dios que también nos ofrece su ternura para acompañarnos con paciencia sin importar nuestras caídas y tropiezos.

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