Primero ponernos en presencia de Jesús en el rato de oración.
Estamos dentro del tiempo de Cuaresma en este año Teresiano y dedicado a la
Vida consagrada. ¿Que espero en particular de esta Año de la Vida Consagrada? 'Vuestra
soy, para vos nací: ¿qué mandáis hacer de mí?'
Os ofrezco algunas ideas que el Papa nos ha dado para este tiempo
enmarcado dentro de las letras ‘Cuaresma.’
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Cuarenta días Jesús en oración y penitencia. Comparte la palabra de
Dios con alguien.
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Un tiempo para vencernos y darnos. Une y busca la manera de ser unión y
no división, en casa, en el trabajo, en la comunidad.
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Ayuda, sé generoso con tu tiempo, tus cosas tu dinero.
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Reza el padrenuestro desde el corazón. Detente en cada frase y hazla nueva
para ti.
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Escapa de la tentación, de la comodidad, acércate a los hermanos.
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Siete veces ayuda hoy a los demás ¿Son muchas?
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Mira lo que posees, ¿Cuánto hay que realmente no necesitas?
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Abre el corazón para entender a Dios, no sirven razonamientos de este mundo.
Asume que Dios está en ti, tu cuerpo es su templo, tu corazón su morada.
La lectura nos dice: sed santos porque yo el Señor, vuestro Dios
soy santo. El Salmo: Tus palabras, Señor, son Espíritu y vida.
Tanto los mandamientos que nos presenta la primera lectura como el tema del
juicio final del evangelio dicen, a quien quiera entender, en qué consiste la
salvación. Esto puede servir muy bien para orientar nuestra cuaresma.
Me quedo en silencio y le pregunto al Señor ¿Cómo vivo la bienaventuranzas?
“Las Bienaventuranzas Son un programa en mi vida. Me ayudan a liberarme de
los falsos valores del mundo y abrirse a laso verdaderos bienes, presentes y
futuros. Cuando Dios consuela, sacia al hombre de justicia y enjuga las
lágrimas de los que lloran, significan que además de recompensar a cada
uno de modo sensible, abre el reino de los cielos. Las Bienaventuranzas
son la trasposición de la cruz y la resurrección a la existencia del discípulo.
Reflejan la vida del Hijo de Dios que se deja perseguir y despreciar
hasta la condena a muerte. A fin de dar a los hombres la salvación. Acudamos a
María, la Bienaventurada por excelencia, pidiendo la fuerza para buscar al
Señor y seguirlo siempre, con alegría por el camino de al Bienaventuranzas.” (Benedicto
XVI: Jesucristo, el Dios con Nosotros)
En la festividad de san Policarpo podemos encontrar la ayuda para vivir las
Bienaventuranzas. “Dios de los ángeles, os doy gracias porque es un
gran honor para mí poder acercar mis labios al cáliz que bebió Jesucristo, tu
Hijo.” El 22 de febrero de 155 expiraba santamente este “Padre de
los cristianos y Príncipe de Asia”