Hoy damos comienzo al capítulo 6 del evangelio de S. Juan. Todos los exegetas coinciden en decir, que este capítulo es una verdadera síntesis teológica sobre la Eucaristía y sobre la Fe.
El procedimiento que utiliza S. Juan, es el habitual en él..., relatará dos milagros (Jesús multiplica los panes..., Jesús camina sobre las aguas...) y luego vendrá una intervención larga del Maestro, que expresa y prolonga el significado de los milagros antecedentes.
Si tenéis a mano un directorio litúrgico o una agenda eclesiástica, veréis que este capítulo 6 de S. Juan ocupará toda la próxima semana... Por lo tanto, la Iglesia nos invita a que le dediquemos un tiempo a su lectura, y también a la oración personal sobre el mismo...
El evangelio de hoy nos narra el primer milagro: la multiplicación de los panes: "Jesús entonces levantó los ojos, y al ver que acudía mucha gente, dice a Felipe: «¿Con qué compraremos panes para que coman éstos?
Nuestro buen Jesús, siendo Dios como es, no se olvida de las necesidades del ser del hombre, y esto le hace preocuparse y llevarle a exclamar por las necesidades de los hombres: "¿Con qué compraremos panes para que coman éstos?" ¿Qué sentimos nosotros ante las multitudes que nos rodean en un acto deportivo..., en una concentración política…, o en medio de un transporte urbano a una hora punta..? ¿Pensamos realmente en las necesidades de los hombres, o por el contrario nos enajenamos del contexto y nos reducimos a nuestro propio mundo interior y personal...? Jesús era distinto y nos indicó el camino a seguir, para que más tarde por nosotros, otros le siguieran a El...
«Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y un par de peces; pero, ¿qué es eso para tantos?» exclamará Andrés...
¿Cómo reaccionamos ante los grandes problemas del mundo? ¿Lo hacemos con preguntas como esta?: "¿Qué es esto para tantos…?" o ¿qué podemos hacer nosotros ante una situación así..., cuando vemos que nos supera y que está por encima de nuestras posibilidades? Normalmente solemos decir y hacer todo lo contrario de un milagro…, porque en el fondo, aunque somos creyentes, no creemos... ¡Si no creemos que se puedan solucionar los problemas por la vía ordinaria.., menos por vía extraordinaria...! ¡Es necesario creer, para hacer lo poco o nada que pueda estar en nuestras manos, y sólo así Dios podrá hacer el resto...! ¡Démonos la oportunidad..., y sobre todo demos la oportunidad para que Dios siga siendo Dios…, con y por nosotros...!
¿Nunca te has preguntado, en qué pensaba Jesucristo cuando realizó la multiplicación de los panes...? Yo ciertamente no lo sé, pero me gustaría imaginarlo por si se puede aplicar el milagro al momento actual de la historia. Observo, que el hombre sigue teniendo hambre, y esto aunque coma, al menos tres veces al día... Y pregunto y me pregunto: ¿No será nuestra hambre un indicio de otra hambre más profunda y más difícil de paliar...? ¿De qué me sirve comer, si sigo teniendo hambre...? ¿Te has hecho alguna vez esta pregunta, más allá del plano físico…? Te invito a hacértela en este día y en un rato de oración... A lo mejor descubres que tienes esos 5 panes que Cristo necesita, no solo para paliar tu hambre, sino también la de aquellos que te rodean...