Exquisitas palabras de Jesús hablando directamente al Padre, de esa forma tan tierna y natural. Son palabras de gratitud y de confianza: de gratitud porque las personas de corazón sencillo y abierto tienen una especial facilidad para conocer a Dios; de confianza porque sabe que el Padre conoce al completo el bien y la verdad. “Te doy gracias, Padre; sí, así te ha parecido mejor”.
Tres enfoques entusiasmantes para saborear hoy en la oración:
- Dar gracias al Señor por nuestra fe, porque hemos sido de aquellos a los que el Hijo, por medio del Espíritu, nos ha querido revelar al Padre. Traer a la memoria momentos especiales de fe, nuestros inicios de relación íntima con Jesús y ocasiones que se nos presentarán para vivirlas desde la fe.
- Confiar en el Señor. La fe nos lleva a ello: confiar, saber esperar y actuar cuando Él nos necesita.
- Contemplar el amor de la Trinidad, percibir al Padre Amante amando al Hijo amado y al Espíritu Santo como la fuente de ese Amor.
Nos quedamos con María, la más sencilla, la escogida para ser la Madre de este gran Amor victorioso; Ella ya sabe que el mundo sólo se salvará gracias al amor. Madre, ayúdanos a hacernos pequeños y sencillos con un corazón grande para amar, y así mejorar la parte del mundo que nos rodea.