1/5/2015, San José obrero (memoria libre)

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Colosenses (3, 14-15. 17. 23-24)
Hermanos: Por encima de todo, el amor, que es el ceñidor de la unidad consumada. Que la paz de Cristo actúe de árbitro en vuestro corazón; a ella habéis sido convocados, en un solo cuerpo. Y sed agradecidos. Y, todo lo que de palabra o de obra realicéis, sea todo en nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él. Lo que hacéis, hacedlo con toda el alma, como para servir al Señor y no a los hombres: sabiendo que recibiréis del Señor en recompensa la herencia. Servid a Cristo Señor.
Salmo responsorial (Sal 89:2-4, 12-14, 16)
R. Haz prósperas, Señor, las obras de nuestras manos.
Antes que fueran engendradas las montañas,
antes que nacieran la tierra y el mundo, desde siempre y para siempre, tú eres Dios. 
R.
Tú haces que los hombres vuelvan al polvo, con sólo decirles: «Vuelvan, seres humanos.»
Porque mil años son ante tus ojos como el día de ayer, que ya pasó,
como una vigilia de la noche. 
R.
Enséñanos a calcular nuestros años, para que nuestro corazón alcance la sabiduría.
¡Vuélvete, Señor! ¿Hasta cuándo...? Ten compasión de tus servidores. 
R.
Sácianos en seguida con tu amor, y cantaremos felices toda nuestra vida.
Que tu obra se manifieste a tus servidores, y que tu esplendor esté sobre tus hijos. 
R.
Lectura del santo evangelio según san Mateo (13, 54-58)

En aquel tiempo, fue Jesús a su ciudad y se puso a enseñar en la sinagoga. La gente decía admirada: -«¿De dónde saca éste esa sabiduría y esos milagros? ¿No es el hijo del carpintero? ¿No es su madre María, y sus hermanos Santiago, José, Simón y Judas? ¿No viven aquí todas sus hermanas? Entonces, ¿de dónde saca todo eso?» Y aquello les resultaba escandaloso. Jesús les dijo: -«Solo en su tierra y en su casa desprecian a un profeta.» Y no hizo allí muchos milagros, porque les faltaba fe.

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