15 junio 2015. Lunes de la XI semana del Tiempo Ordinario – Puntos de oración

Iniciamos nuestro rato de oración con un examen de conciencia y dolor de los pecados y santiguándonos, siguiendo el consejo de Santa Teresa, sabiendo que el Señor está dentro de mí.
Os exhortamos a no echar en saco roto la gracia de Dios.
El apóstol San Pablo nos anima a continuar la labor que el Espíritu Santo ha iniciado en nosotros con el bautismo, haciéndonos caer en la cuenta que el Señor nunca nos abandona: «En tiempo favorable te escuché, en día de salvación vine en tu ayuda»
Finaliza el texto de 2 Corintios expresando los contrastes del apóstol, el misterio de cruz y resurrección de nuestras vidas, …los impostores que dicen la verdad, los desconocidos conocidos de sobra, los moribundos que están bien vivos, los sentenciados nunca ajusticiados, los afligidos siempre alegres, los pobres que enriquecen a muchos, los necesitados que todo lo poseen.
Estos contrastes del apóstol me evocan otra cadena de contrastes sugerida por Abelardo de Armas hace ahora 30 años, en que expresaba su deseo de que viviéramos con un estilo de vida evangélico en orden a la educación de la juventud y de la sociedad:
Fortaleza y suavidad, firmeza y ternura, exigencia y comprensión, iniciativa y docilidad, responsabilidad y alegría, improvisación y orden. Rica personalidad y supeditación al bien común, espíritu observador y crítico, más jamás criticista, creativo, aunque no secunde el mando nuestras sugerencias. Siempre unidos, nunca disgregados, pacientes siempre y con todos, y más especialmente con uno mismo, abnegados en todo tiempo y lugar, sin quejas ni murmuraciones. Dándose sin reservas, y aceptando todo cuanto viene y se nos da. Amor universal y negación al apegamiento particular. Empobrecerse para enriquecer, y enriqueciéndose por la donación del que se empobrece. Sufrir sonriendo, y alegrar al que llora en su corazón. Reflexivos pero no cavilosos. Constantes y tenaces, pero nunca tozudos. Inspirados y abiertos a la genialidad, más contrarios al sentimentalismo y a las imaginaciones desbocadas. Y cerrando toda esta cadena pendiente de nuevos eslabones que la enriquezcan, autoeducarse sin caer en la autosuficiencia.
Se acordó de su misericordia y su fidelidad
Oramos con el salmo 97
Cantad al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas:
Se acordó de su misericordia y su fidelidad en favor de la casa de Israel.
Aclamad al Señor, tierra entera; gritad, vitoread, tocad.
Nuestra confianza y alegría están sustentadas en saber que nuestro Dios es misericordioso y fiel y no se olvida de sus hijos, de sus pequeños.
«A quien te pide, dale, y al que te pide prestado, no lo rehúyas.»
En el Evangelio esta palabra del Señor escapa a toda lógica humana. La lógica humana sin el auxilio del Señor es la del "Ojo por ojo, diente por diente".
Quién sino Dios podría habernos dicho: “presenta la otra mejilla al que te abofetea”, “dale también la capa al que te quiera quitar la túnica”, “a quien te pide, dale y no lo rehúyas”.

Jesús nos quiere contagiar su desprendimiento de todas las cosas y hacernos ver el valor de cada persona. Nos quiere poner en la órbita divina para que todo el que nos vea encuentre a Dios y pueda glorificarle. Nos fijamos en María para ver cómo actúa en silencio, para pedirle que seamos uno de los pequeños del Señor.

Archivo del blog