El
tiempo del Adviento nos propone crecer en las tres virtudes teologales. La
liturgia de ahora parece que se fija en la fe.
Podemos encontrar tres niveles distintos en esta vivencia
de la fe.
En el libro de los Jueces, aparece un matrimonio joven,
normal. La mujer de Manoj, era estéril, como ha sucedido a veces, y ahora
también. ”Se le apareció el ángel del Señor y le dijo:aunque eres estéril,
concebirás y darás a luz un hijo… este hijo será consagrado al Señor… La
mujer le comunicó esta visión a su marido. Y esta mujer estéril dio a luz un
hijo y le puso el nombre de Sansón.
En el nacimiento de Juan el bautista se pide un acto
mayor de fe. Es un matrimonio en el que la edad de Isabel y Zacarías en muy
avanzada, ya no pueden tener hijos. Y la cosa se complica más, Isabel es
estéril. Pero parece ambos le habían pedido al Señor un hijo de ahí que el
texto del Evangelio nos diga: “El ángel le dice: “No temas Zacarías tu
ruego ha sido escuchado; tu mujer Isabel dará a luz un hijo… será grande a los
ojos de Dios… Pero Zacarías dudó. Le faltó fe y se quedó mudo hasta el momento
del nacimiento de Juan.
Tercer momento que conocemos en el evangelio de san Lucas. La
Anunciación. “El ángel Gabriel fue enviado de parte de Dios a una
ciudad de Galilea llamada Nazaret. Una Virgen desposada con un varón de
nombre José, de la casa de David: el nombre de la Virgen era María… ¿Cómo podrá
ser esto, pues no conozco varón? El ángel le dijo: el Espíritu Santo
vendrá sobre y la virtud del Altísimo te cubrirá con su sombra…
Dijo María: He aquí la esclava del Señor, hágase en mi según tu palabra…”
A mí ¿qué es lo que se me pide en este Adviento? Prepara
el corazón para que Jesús nazca en mí. ¿Estás dispuesto? Pidamos a la Virgen
que nos aumente la vida de la Fe.