7 diciembre 2015. Lunes de la segunda semana de Adviento – San Ambrosio – Puntos de oración.

Hoy es un día muy esperado para el militante, culminaremos esta noche con la vigilia preparatoria del día de la Inmaculada. Por lo tanto nuestra oración, nuestro corazón debe estar inmerso en el gozo, en la alegría.
¡Tenemos tantas razones para estar alegres!
Primero para mí y supongo que para todos vosotros los militantes, la gracia de haber sentido la llamada de la Virgen a su Milicia o a la Cruzada de Santa María. Que predilección la del Señor. Este año, mañana habrá muchos jóvenes que den un paso importante en su vida. Que alegría.
Segundo la de haber dicho con su gracia sí y tercera la de la perseverancia.
¡Qué más puedo decir! Hágase.
Parece como si al hilo de estas ideas que estoy escribiendo, estuviera de fondo el itinerario de la Virgen, claro veo mi vida y la suya y existe tanta distancia, tanta diferencia. Pero también la miro a ella y veo que va delante y me dice, nos dice a todos sus militantes, adelante, dejar de miraros a vosotros y a llenar esta noche el templo de jóvenes que puedan dar un paso adelante.
También quisiera recordar que esta noche nos introducimos de lleno en el año jubilar de la misericordia. Aquí en mi provincia quisimos que el hilo conductor de la vigilia fuera María madre de misericordia. Ella es rica en misericordia porque así ha sido creada y a la vez mediadora de la misericordia que nos viene de lo alto.
Ella vive ejerciendo la misericordia, la encarna, porque la ha encarnado en su seno y porque su corazón ha sido hecho de tal manera que pueda encarnar al que es la misericordia.
El que es la misericordia, Jesucristo  ha vivido junto a su madre haciéndola participe de ella, mostrándosela continuamente y cuantas veces ejerciéndola por su intercesión.
Ella sigue siendo dadora de la misericordia.

Hoy me quisiera fijar en un aspecto de su misericordia. Ella se acerca a los pecadores, intercede por ellos y les ayuda a vivir en gracia. Ella que es la llena de gracia, está deseosa de que así vivamos. Esta debiera ser la principal súplica para este día en la oración. Que mi alma viva en gracia y esta abunde en mi alma. Si nos encontramos en estos momentos alejados o fríos acudamos a María, esta noche puede ser un gran momento.

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